¡Acabo de ver la increíble charla TED de Janine y lloré de alegría! Después de años de luchar contra la depresión y numerosos intentos fallidos de suicidio, confinado en la sala de segregación de un pabellón psiquiátrico, me di cuenta de que si bien las enfermedades mentales pueden romper mi mente y el sistema de cordura puede confinar mi cuerpo, no hay paredes en este mundo que puedan contener mi mente. He aprendido que un espíritu quebrantado no es una persona quebrantada. Y me permitió crear una vida más allá de mis sueños más salvajes. La historia de Janine nos recuerda a todos que no importa cuán destrozados estén nuestros cuerpos, mentes y vidas, nuestros espíritus siempre pueden elevarse. Mis queridos amigos, nutran el espíritu interior y vuelen sobre sus miedos para seguir sus sueños. Ellos conocen el camino.
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