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La ansiedad y el estrés se encuentran entre los problemas de salud mental más prevalentes que afectan a las personas en la actualidad, ya que el 18% de la población, o 1,386 millones de personas, informan estar afectados por sentimientos de malestar.

Pero al contrario de lo que la mayoría de la gente piensa, el estrés y la ansiedad son condiciones muy diferentes. La ansiedad precede a una circunstancia potencialmente no deseada. Por tanto, la ansiedad produce estrés. Esto hace que la ansiedad sea anticipatoria y significa que reducir la ansiedad puede prevenir el estrés futuro.

Si bien existen muchas causas de ansiedad, la salud y el bienestar en general pueden ser una de las mejores formas de lidiar con los sentimientos negativos. A continuación, presentamos algunas herramientas y prácticas sencillas que se pueden utilizar para apoyar la salud física y emocional de forma natural.

1. Limpia tu dieta

Una dieta rica en nutrientes tiene muchos beneficios. Uno de ellos es reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo. Si bien no existe una dieta perfecta, algunos cambios simples pueden ayudarlo a evitar la ansiedad.

En primer lugar, evite las bebidas alcohólicas o con cafeína, ya que ambas actúan como catalizadores de pensamientos y comportamientos ansiosos.

A continuación, considere agregar suplementos naturales a su dieta. Los suplementos como la vitamina B12, la L-teanina y el cannabidiol, que han aliviado la ansiedad en el 64% de los usuarios, son adiciones notables a una dieta saludable.

Finalmente, evite los azúcares refinados, el sodio agregado y las grasas saturadas, que dañan todo el sistema del cuerpo y pueden contribuir a las emociones negativas.

2. Mejora tu salud espiritual

La espiritualidad es la esencia misma de quienes elegimos ser. Es el tejido conectivo entre nuestros valores, creencias y sistemas religiosos. Muchas personas practican la espiritualidad a diario, pero desconocen lo que hacen. Siempre que cuestionamos nuestras acciones, tenemos fe en algo, meditamos o simplemente nos relajamos, estamos practicando la espiritualidad.

Solo tomando conciencia de esta práctica diaria y estando en armonía con nuestra espiritualidad podemos avanzar hacia una comprensión más profunda de quiénes somos. En el proceso de descubrimiento personal, encontramos las causas de nuestras ansiedades, lo que nos permite racionalizarlas y ocultar sus efectos.

3. Practica la atención plena

La atención plena es el proceso mediante el cual disfrutamos del momento presente; centrándonos en las características positivas de nosotros mismos y de nuestro entorno. Algunos métodos excelentes para perfeccionar esta habilidad incluyen yoga, meditación y llevar un diario. Este último se puede usar antes de acostarse todas las noches, donde puede escribir cualquier cosa por la que se haya sentido agradecido durante el día. Es notable lo mucho que podemos apreciar cuando prestamos atención.

Casi 500 millones de personas en todo el mundo practican la meditación y el yoga. Y, con tantos beneficios para la salud, no es de extrañar que hayamos visto una tendencia alcista tan fuerte en los últimos años. La meditación se puede hacer en cualquier momento y en cualquier lugar y es la forma más común de practicar la atención plena. Al cesar toda actividad, relajar el cuerpo y concentrarse en lo que le rodea, se puede sentir un efecto ansiolítico inmediato.

4. Mueve tu cuerpo

Un estilo de vida sedentario hace más que dañar su cuerpo, también afecta la mente. Con el trabajo, la familia, las mascotas, los pasatiempos y otras obligaciones diarias, puede parecer abrumador incluir el ejercicio en nuestros horarios. Pero los estudios sugieren que caminar tan solo 10 minutos puede reducir significativamente la ansiedad. Entonces, con solo unas pocas caminatas al día, podemos hacer todos los ejercicios diarios recomendados que necesitamos.

Si la ubicación lo permite, las caminatas por la naturaleza tienen un efecto mayor y también brindan la oportunidad de practicar la atención plena. Si eso todavía le parece demasiado aburrido, recuerde que si no puede encontrar el tiempo para estar saludable, tendrá que tomarse el tiempo para enfermarse.

5. Ponte en una rutina

Seguir una rutina, especialmente a la hora de comer y dormir, es fundamental para mejorar el estrés y la ansiedad. Con coherencia, podemos empezar a echar raíces en las fuentes de nuestras ansiedades. Muy a menudo, dormir lo suficiente cada noche es suficiente para mejorar el estado de ánimo y el bienestar general.

Cuando se trata de comida, me viene a la mente el proverbio alemán del siglo XIX. «El que bebe y no tiene sed, o el que come y no tiene hambre, a diferencia de aquel cuya salud es primordial, padece enfermedades y muere a una edad más joven». El quid del proverbio que desalienta el consumo excesivo, que precede a condiciones como la obesidad y las enfermedades cardíacas, las principales causas de muerte en los Estados Unidos.

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