Fuente: Lauren Bignell / Flickr.
Como hija de una madre narcisista, enfrenta innumerables ataques a su identidad, integridad e individualidad. Una de las formas de agresión más perniciosas tiene lugar en el campo de batalla de tu cuerpo.
Antes de ver el agujero negro que es su madre y cómo se relaciona con su cuerpo, repasemos algunos conceptos básicos del trastorno narcisista de la personalidad (NPD). Las personas con NPD violan los límites, evitan la autorreflexión y la responsabilidad, y no se preocupan por lastimar a quienes los rodean. Piensan jerárquicamente, objetivan a los demás, valoran los marcadores de estado superficiales y proyectan compulsivamente su propia vergüenza sobre sus seres queridos para controlar su inestable autoestima.
Tu madre narcisista odia tu cuerpo
Tu madre narcisista realmente odia tu cuerpo, y esta es la razón: la respuesta simple es que odia su propio cuerpo y el tuyo por extensión. En su visión miope, de niña, ambos la representan y representan una amenaza para ella; tu cuerpo es un caleidoscopio de sus proyecciones distorsionadas.
Existes como una extensión de ella y como un objeto en relación con ella, y no como un sujeto con tu propia identidad, rasgos, sentimientos, necesidades, preferencias y limitaciones válidas y complejas. Ya sea que funcione como una fuente de orgullo, vergüenza o competencia, su cuerpo no es suyo sino suyo para controlar, juzgar, exhibir, rechazar o explotar, descuidar y abusar.
Además, recuerda que tu madre narcisista te dirá, a sí misma y a los demás, que quiere lo mejor para ti. C’est parce qu’elle ne supporte pas d’être vue ou de se voir comme autre chose qu’une mère dévouée et aimante, et elle s’attend à ce que vous lui reproduisiez cela, peu importe à quel point cela vous semble real. Si trata de controlar sus hábitos alimenticios, peinado o elección de ropa, siempre le dirá explícita o implícitamente que es por su bien, incluso si implica violaciones como las siguientes:
1. Evalúese visual o verbalmente
2. Compare su apariencia con la de usted mismo, sus hermanos u otras personas.
3. Insultarte
4.Hacer que te avergüences
5.Hacer que te avergüences de tu piel o el color de tu cabello.
6. Sobrealimentar o subalimentar
7. Dicta tu dieta
8. Cortar o peinar su cabello de una manera desagradable o inapropiada para la edad.
9. Hable con los demás sobre su apariencia o su peso.
10. Comente sobre sus hábitos alimenticios
11. Cúlpese a sí mismo por sus problemas de salud.
12. Lo empuja a someterse a una cirugía estética.
13. Esforzarse para alisar o teñir el cabello
14. Darle ropa que sea demasiado grande, demasiado pequeña o inapropiada.
15. Descuidar comprarse ropa
16. Descuidar sus necesidades de higiene personal
17. Que vergüenza por su higiene personal
18. Objetivarse a sí mismo como un objeto sexual para niños u hombres
19. Avergonzarse por su sexualidad
20. Que vergüenza tuya por tu feminidad
21. Critica tu estilo personal
22. Miedo por su atracción por los niños o los hombres.
El papel de la misoginia y el narcisismo social
El autodesprecio proyectado de las madres narcisistas hacia sus hijas es una tragedia humana que a menudo se perpetúa a lo largo de generaciones. Es fácil patologizar a la madre narcisista y echarle la culpa a sus pies, pero su vergüenza y rabia tienen sus raíces en problemas sociales más amplios. La desigualdad de género institucionalizada, la misoginia y las políticas de identidad distorsionadas que objetivan a las niñas y mujeres como símbolos del privilegio y el placer masculinos mientras las despojan de la autoestima, la agencia personal y las oportunidades educativas y económicas conducen al narcisismo generacional.
El camino hacia la curación
Para curarnos a nosotros mismos y a nuestras hijas, debemos reinventar nuestros valores fundamentales como miembros de la tribu humana. Esto incluye enseñar a nuestras hijas e hijos a respetar y honrar su propia autenticidad, a responder con empatía a sí mismos y a quienes los rodean, y a pensar críticamente sobre los estándares prevalecientes.
Lecturas imprescindibles sobre el narcisismo
No podemos cambiar a nuestras madres narcisistas, pero podemos trabajar para desarrollar el amor propio y el respeto en nuestras propias vidas y relaciones, y guiar a nuestros hijos para que hagan avanzar esta fuerza para ellos mismos y para aquellos a quienes tocan.
Imagen de Facebook: fizkes / Shutterstock
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