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Cada año, cuando llega febrero, los estudios han demostrado que el 80 por ciento de nuestras resoluciones de año nuevo se han quedado en el camino. Más allá de los obvios como hacer ejercicio o comer más sano, es esencial reflexionar sobre otros propósitos, como centrarnos en nuestra salud mental y volver a comprometernos a mantenerla durante el resto del año.

Ver ayuda con la salud mental

Aceptar cualquier problema de salud mental y buscar ayuda externa es un desafío importante y puede ser el mayor que enfrentamos como profesionales de la salud mental. Particularmente para los adolescentes, hay muchos factores con los que deben lidiar antes de encontrar su voz y pedir ayuda. A medida que la sociedad reanuda la vida después de la COVID-19, las crecientes luchas con la salud mental han agravado la necesidad de una atención oportuna y eficiente y una intervención temprana, particularmente en nuestra juventud.

Agregue problemas de salud mental con dolores de crecimiento generales, puede ser un desafío para los adultos jóvenes aceptar abiertamente lo que sienten o que necesitan ayuda. Dar ese salto aterrador para hablar y confiar en que los adultos a los que acuden respetarán su privacidad no es un paso pequeño.

Superando Barreras

Necesitamos educar y normalizar la atención de la salud mental. Para hacer eso, debe haber un esfuerzo para tener una presencia en línea más grande y más efectiva. En 2022, mis colegas y yo publicamos una investigación sobre anuncios dirigidos en las redes sociales que aparecerían en un feed de jóvenes o aliados que podrían llevarlos a una evaluación de salud mental con el objetivo final de conectarlos con un médico local, si es necesario. Lo que aprendimos de nuestra investigación es que, si bien muchos jóvenes quieren y necesitan apoyo, hay una gran cantidad de barreras que se interponen en el camino. Una barrera sorprendente son los propios padres porque, aunque los jóvenes deseen explorar el apoyo profesional, a menudo necesitan confiar en sus padres para seguir adelante.

Ahora estamos en marcha para llevar nuestra investigación un paso más allá. Estamos buscando formas de comprender mejor las barreras y cómo sortearlas. Sabemos que debemos hacer un mejor trabajo para brindarles a los adolescentes lo que necesitan en el momento que buscan. Enfatizar los beneficios de pedir ayuda y resaltar el resultado final puede ayudar a visualizar un resultado positivo. Si bien hay muchas razones para no buscar atención, los beneficios ciertamente superan los riesgos para la mayoría.

Lo más importante es tener recursos procesables que sean fáciles de digerir y usar. Estos recursos pueden estar dirigidos tanto a los padres como a los jóvenes.

La tecnología e Internet son las puertas de entrada para esta generación y las siguientes para romper el estigma de la salud mental y eliminar las barreras que impiden que nuestros jóvenes encuentren la atención que necesitan ahora.