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El deseo de resolver los conflictos en una relación es saludable. Arreglar una ruptura mantiene la confianza y permite que una pareja se sienta bien para seguir adelante. Sin embargo, cuando una pareja cierra o se retira, se defiende de una emoción intensa. La abstinencia es un mecanismo de defensa, y aunque los mecanismos de defensa son necesarios, universales y humanos, cuando se activan hacen que la persona sea menos capaz de resolver un conflicto.

Cuatro sugerencias pueden ayudar a una persona a ayudar a su pareja que se está retrayendo. Primero, espere a que los mecanismos de defensa se ablanden. No dejes pasar mucho tiempo antes de volver a hablar sobre el tema, ya que puede ser tentador esconder el tema debajo de la alfombra. Es importante abordar los problemas en una relación para mantener la cercanía y la confianza.

En segundo lugar, intente eludir los mecanismos de defensa de la pareja. Este enfoque es más efectivo cuando la persona permanece tranquila, usa un tono suave y comienza su sentimiento con una declaración positiva. Luego exprese sus sentimientos e identifique el problema. Por ejemplo: “Te amo, cariño. Me duele tanto que te pongas del lado de tu madre y no me defiendas.

En tercer lugar, sal y créalo en la naturaleza. Salir al aire libre reduce naturalmente la ansiedad y libera endorfinas. Estar en la naturaleza calma y calma sutilmente a una persona. Salir a caminar y pedir hablar sobre el tema durante la caminata puede disminuir la defensa de un compañero.

Cuarto, observe la relación de la pareja con sus padres. Los estilos de apego brindan mucho conocimiento sobre cómo una persona resuelve un conflicto. Si la persona parece estar resolviendo las diferencias de manera productiva con sus padres, es más probable que resuelva el conflicto de manera positiva en una relación romántica. De lo contrario, la persona puede necesitar terapia para lidiar con la vergüenza y el malestar de la niñez con sentimientos intensos. Una pareja que creció avergonzada de cómo se sentían puede estar más a la defensiva que una pareja que recibió constante empatía de sus padres.

El nivel de comodidad de un socio con las habilidades emocionales más difíciles como la empatía, la responsabilidad y el conocimiento puede dictar si es capaz de difundir defensas fortalecidas para abordar los problemas de manera realista. Usar las cuatro tácticas anteriores puede ser una buena forma de medir la disponibilidad emocional de una pareja.

Si un socio continúa cerrándose y no puede volver a abordar un problema sin una lucha importante, el socio puede tener una estructura defensiva demasiado sólida y rígida. Tres tendencias indican que, en última instancia, un socio puede no tener la capacidad de resolver un conflicto de manera productiva.

En primer lugar, la pareja sigue negando que exista un problema a pesar de la clara realidad de que existe.

En segundo lugar, la pareja invierte la interacción y culpa a la pareja por completo. Cuando una pareja está demasiado a la defensiva, las fuertes distorsiones cognitivas le permiten reescribir la historia para excusar cualquier irregularidad y posicionarse como una víctima. Si bien esto es algo común, los conflictos rara vez se resuelven y los pequeños desacuerdos se convierten en batallas épicas.

En tercer lugar, la pareja suele infligir culpa para evitar conflictos. Esto sucede con frecuencia cuando una persona le presenta un problema a su pareja, pero en lugar de centrarse en ese problema, la pareja menciona las «buenas acciones» del pasado para manipular a la persona para que abandone el tema. Por ejemplo, «¿Cómo puedes venir a decirme esto después de todo lo que estoy haciendo por ti?» O «¿Cómo puedes quejarte de que olvidé tu cumpleaños cuando te compré una casa nueva?» Esencialmente, la pareja culpa a la persona por intentar resolver un conflicto en la relación.

Los mecanismos de defensa son normales y necesarios. Sin embargo, cuando una pareja es fuertemente defendida y no puede sentir las emociones incómodas y dolorosas, como la percepción, la introspección, la empatía y el remordimiento genuino, puede ser una señal de que no puede resolver un problema de manera productiva. Todos los que se encuentran en el centro de un conflicto deben hacer su parte, disculparse y tratar de reparar el daño. Si una persona no encarna realmente estas habilidades, puede ser una señal de que la relación necesita asesoramiento profesional.

Imagen de Facebook: Dusan Petkovic / Shutterstock