- Las relaciones tóxicas se basan en el conflicto, la competencia y la necesidad de controlar.
- Los signos de una relación tóxica incluyen los celos, la culpa y el encendido de gas.
- La terapia, junto con el autocuidado y la conexión con los demás, puede ayudarlo a sanar y seguir adelante.
Las relaciones se dividen en una de dos categorías. Las relaciones positivas o saludables son aquellas en las que la pareja se apoya, muestra empatía y compasión hacia la otra persona, y donde ambas partes están dispuestas a dar y recibir. Las relaciones positivas no siempre son perfectas, pero cuando la pareja tiene desacuerdos, son capaces de resolverlos de una manera mutuamente satisfactoria y sin que una persona imponga su voluntad o deseos a la otra.
El otro tipo de relación no es saludable. Estas relaciones a menudo se consideran tóxicas porque de hecho son emocionalmente y, a veces, físicamente dañinas para una persona. El término fue utilizado por primera vez por Lillian Glass en su libro Toxic People de 1995 y se ha utilizado para indicar una relación basada en el conflicto, la competencia y la necesidad de que una persona controle a la otra.
Señales de una relación tóxica
Las personas tóxicas no muestran su lado negativo al principio de una relación. A menudo son extremadamente carismáticos y parecen la pareja perfecta o perfecta. Luego, con el tiempo, comienzan a mostrar sus verdaderos colores y se vuelven controladores, exigentes y emocionalmente abusivos con su pareja.
Los signos de una relación tóxica pueden tardar meses o incluso años en desarrollarse. Los signos típicos de estas relaciones dañinas incluyen:
- Aislamiento: la persona tóxica intenta aislar a la pareja de la familia y los amigos para limitar el apoyo y aumentar la confianza en la relación.
- Desacuerdos y discusiones continuas: es común que las personas que están saliendo y en una relación tengan desacuerdos menores, pero las relaciones tóxicas se basan principalmente en discusiones y negatividad. El socio controlador siempre reprende, menosprecia y menosprecia a la otra persona o critica sus intentos de hacer algo positivo o independiente.
- Culpa: una persona tóxica no tiene sentido de responsabilidad personal por cosas y eventos negativos en una relación. Si su pareja está dispuesta a asumir toda la responsabilidad por todo lo bueno, pero no por nada malo o desagradable, esta es una señal crítica de una relación tóxica.
- Celos y deshonestidad: una relación tóxica a menudo implica acusar a una pareja de coquetear, tener citas o incluso tener relaciones sexuales con alguien fuera de la relación. Al mismo tiempo, la persona controladora o tóxica puede participar activa y abiertamente en estos mismos comportamientos.
- Negación y luz de gas: una persona tóxica no puede o no quiere ver su impacto en la otra persona. Niegan los problemas, tratan de iluminar a la otra persona, manipulan los acontecimientos o tratan de recrear la historia para ponerse a sí mismos en su mejor momento.
- Ceda a todo: si bien es importante estar dispuesto a dar y recibir, comprometerse o incluso hacer lo que la otra persona quiere en una relación sana, este es un comportamiento esperado en una relación tóxica. Si te das cuenta de que cedes a todo, incluso a las cosas que te parecen objetables moral, personal o éticamente solo para mantener feliz a la otra persona, estás en una relación tóxica.
Recuperarse de una relación tóxica
Es posible salir de una relación tóxica y seguir adelante para encontrar una relación positiva, de apoyo y saludable. Los siguientes consejos pueden ayudarlo a liberarse de la toxicidad:
- Cuídese a sí mismo: encontrar tiempo para cuidarse y volver a aprender a cuidarse es un paso crucial para sanar y reequilibrar sus prioridades.
- Reconectarse: reconstruir o reconectarse con amigos y familiares que lo aman y se preocupan por usted ayuda a alinear su sanación emocional con las relaciones positivas con las personas en las que confía.
- Terapia: la terapia y el asesoramiento son esenciales para comprender la dinámica de relación destructiva de una pareja tóxica. La terapia también ayuda a desarrollar la confianza y la autoestima, que son necesarias para prepararse para una relación saludable.
Es posible que una pareja tóxica haga cambios y reconstruya la relación. Sin embargo, él o ella deben estar preparados para hacer el trabajo necesario para realizar estos cambios y aprender nuevas formas de comunicarse e interactuar como un compañero saludable y comprensivo.
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