Tomar un probiótico puede reducir la ansiedad si contiene un tipo específico de bacteria. Un nuevo estudio publicado en PLoS One encontró que, de las muchas cepas de probióticos, Lactobacillus (L.) rhamnosus tiene la mayor evidencia que muestra que podría reducir significativamente la ansiedad.
Los investigadores analizaron 22 estudios en animales y 14 estudios clínicos en humanos que investigaban el impacto de los probióticos en la ansiedad. Aunque los investigadores no pudieron encontrar evidencia concluyente en estudios en humanos, encontraron que los probióticos, especialmente los que contienen Lactobacillus (L.) rhamnosus, redujeron significativamente los comportamientos de ansiedad en estudios con roedores. Los probióticos han ayudado especialmente a los roedores expuestos a condiciones estresantes o que sufren de inflamación intestinal.
Los suplementos probióticos son un área de investigación prometedora que se centra en el eje microbiota-intestino-cerebro, el vínculo entre los microbios intestinales beneficiosos que viven en el intestino y la salud física y mental. Existe nueva evidencia de que los probióticos pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo y proteger al cuerpo de los efectos físicos y mentales dañinos del estrés.
La falta de microorganismos beneficiosos en el intestino se ha relacionado con problemas como el síndrome del intestino irritable, la enfermedad de Alzheimer y la depresión. Las bacterias intestinales pueden verse afectadas por infecciones intestinales o al tomar antibióticos, los cuales pueden matar bacterias beneficiosas o «buenas». Un estudio encontró que tener una infección intestinal se asocia con un mayor riesgo de desarrollar un trastorno de ansiedad durante los próximos dos años. Algunos estudios han relacionado el uso de antibióticos con el desarrollo de trastornos de ansiedad en el futuro.
Por lo tanto, los probióticos pueden ser útiles para establecer o restablecer microorganismos beneficiosos en el intestino, especialmente si hay una deficiencia de bacterias buenas. Es por eso que cada vez más médicos sugieren tomar probióticos con antibióticos.
Si bien Lactobacillus (L.) rhamnosus es la cepa probiótica con los datos más recientes para reducir la ansiedad, puede haber varias otras cepas que podrían ayudar, pero se necesita más investigación para identificar estas cepas. La investigación en curso desbloqueará el potencial prometedor de los probióticos en el tratamiento de la ansiedad.
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