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La felicidad protege el corazón. Un estudio de diez años de 1,739 adultos canadienses encontró que tener una perspectiva positiva de la vida puede reducir su riesgo de enfermedad cardíaca y ataque cardíaco hasta en un 22 por ciento. Y eso es enorme.

El estudio comparó a personas que tienden a expresar emociones positivas, o «afecto positivo», con personas que tienden a expresar emociones negativas. Llegó a la conclusión de que las personas más felices tienen muchas menos probabilidades de desarrollar enfermedades cardíacas y que esta protección se extiende a las personas generalmente positivas que pueden sentirse deprimidas a veces, si la depresión es pasajera.

La investigadora principal Karina Davidson del Centro Médico de la Universidad de Columbia especula que estos resultados pueden deberse a varios factores diferentes. Es probable que las personas más felices tiendan a dormir más, sean menos propensas a fumar y hagan ejercicio con más frecuencia, todo lo cual conduce a frecuencias cardíacas más bajas. También pueden tener menos estrés en sus vidas y pueden dedicar menos tiempo a revivir el estrés al que se enfrentan.

Davidson sugiere que incluso una dosis diaria de felicidad de 15 a 20 minutos puede mejorar su salud, pero eso no significa que tenga que fingir que está de vacaciones pagadas. Son las pequeñas cosas las que nos hacen verdaderamente felices.

Estos comportamientos o actividades de felicidad pueden incluir leer, caminar, trabajar en su jardín, hacer álbumes de recortes o cualquier otra cosa que le brinde alegría. Desafortunadamente para muchos, jugar al golf lleva demasiado tiempo, pero es posible que encuentre unos minutos de placer en el green o en el campo de prácticas.

Sabemos desde hace mucho tiempo que la visualización ayuda a quienes están lidiando con una enfermedad grave, y que solo verte a ti mismo mejorando y volviendo a participar en la vida puede ayudar a curar enfermedades. Por lo tanto, tiene sentido que darse el regalo de sentirse feliz pueda ayudarlo a vivir más tiempo y con más fuerza.

Incluso si no crees que la felicidad evitará que te enfermes, ¿te va a doler tratar de ser un poco más feliz? No importa cuán descontento, ocupado o escéptico pueda estar, participar en cosas que le brinden alegría lo hará sentir mejor.

La salud del corazón depende de la genética y el estilo de vida, además de su estado psicológico. Si llevas una vida sedentaria, no te cuidas y tienes una actitud generalmente gruñona, la vida no será tan dulce y aumentarás el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y de otro tipo. Saber que tienes la capacidad de cambiar tu condición mental y física puede ser un poco difícil de comprender al principio, pero una vez que te comprometas a mejorar tu vida, todo cambiará para mejor.

Conozco a muchas personas que han pasado de ser miserables a ser felices, y no es solo una solución temporal. Este es el tipo de crecimiento que se queda contigo, porque has creado un hábito de felicidad. Sé que forzarte a ti mismo a ser feliz parece contradictorio, pero simplemente divirtiéndote, podrías agregar más años a tu vida y más vida a tus años. ¡Hazlo parte de tu rutina diaria y disfruta!.