Fuente: Foto de Guilherme Stecanella en Unsplash
Todos están preocupados. Es una de las cosas que nos hace humanos. Pero cuando no puede dejar de preocuparse por el futuro, puede parecer cualquier cosa menos normal.
La inteligencia predice, es su esencia; la misma inteligencia que nos permite planificar, esperar, imaginar y especular también nos permite preocuparnos y anticiparnos a resultados negativos. – Norman Doidge
La preocupación es un sentimiento que casi siempre se origina en el futuro. A menudo expone el miedo de no realizar o vivir las esperanzas y los sueños anhelados.
Aún así, eso no significa que deba tratar de evitar preocuparse cortando las esperanzas y los sueños. Establecer metas y sueños a largo plazo es esencial para la motivación y la orientación futura. Sin metas y sueños, puede perder el sentido de propósito y liderazgo en su vida.
Pero cuando no puede dejar de preocuparse por el futuro, puede dominar sus pensamientos y tener prioridad sobre su presente. Y puede ser una forma de vida destructiva.
Después de todo, el futuro es interminable e impredecible. Simplemente hay demasiados escenarios y opciones para considerar como para sentir que los domina.
Generalizar en exceso, tomar la experiencia de hoy y aplicarla indiscriminadamente en el futuro, agrava mucho la preocupación. Si cree que las circunstancias actuales son difíciles y las extrapola a un pronóstico similar para el futuro, es posible que rápidamente descubra que no puede dejar de preocuparse por el futuro.
Y, sin embargo, puede detener las preocupaciones interminables. Estos tres consejos para la ansiedad pueden ayudarlo a sentirse más cuerdo y más presente.
1. Divida el futuro en pedazos manejables.
Permitirse catalogar lo que podría suceder y el dolor que sentirá como resultado es una señal de que no puede dejar de preocuparse por el futuro. Seguir este camino puede llevar a sabotear sus esfuerzos en el presente.
En lugar de alejarse de sus sueños y metas, considere el mantra de Alcohólicos Anónimos y tómelo día a día. Eso es todo en lo que necesita concentrarse, hoy.
Paula, una clienta mía, corrió una media maratón de esta manera. Cuando sintió ganas de dejar de fumar, lo tomó minuto a minuto. Cuando se sintió preocupada por no poder continuar, hizo un trato consigo misma para continuar durante los siguientes 60 segundos y luego reconsideró.
Los próximos 60 segundos, luego reconsidere. Y el siguiente.
Literalmente minuto a minuto, se mantuvo fiel a su objetivo hasta que terminó.
Al dividir el futuro en partes manejables, puede desarrollar su tolerancia a una variedad de preocupaciones e inquietudes, un día a la vez, un minuto a la vez, incluso una respiración a la vez.
Fuente: Foto de Drew Beamer en Unsplash
2. Practique pensar en grande y en pequeño y cambie su perspectiva.
Tengo un amigo que cambia su perspectiva según sea necesario para lidiar con su preocupación por el futuro. Cuando los detalles son difíciles, pasa al panorama general, que suele ser un objetivo loable. Cuando el resultado final, el panorama general, da miedo, se concentra en las pequeñas cosas que tiene frente a él.
Acercar su horizonte temporal al presente le ayudará a ver lo que está frente a usted y bajo su control. Pocos de nosotros sentimos control sobre el futuro lejano, pero la mayoría de nosotros podemos ver aquello sobre lo que tenemos control en este momento. Literalmente podemos imaginar qué hacer en los próximos cinco minutos, horas o días, pero demasiado lejos en el futuro se vuelve más difícil de visualizar. Fácilmente puede volverse demasiado conceptual y podemos caer en la sensación de que no podemos dejar de preocuparnos por el futuro.
3. Concéntrese en la señal, no en los síntomas.
En lugar de quedar atrapado en las incertidumbres y los temores del futuro, intente pensar de manera diferente sobre cómo se siente. ¿Qué pasa si su preocupación por el futuro es en realidad una señal para que se concentre en tareas nuevas e importantes? ¿Qué pasaría si su preocupación le diera la energía y la motivación que necesita para abordar nuevas tareas importantes? ¿Y si su preocupación fuera en realidad una invitación a concentrarse en su futuro?
Haciéndose preguntas como estas, toma el control de su preocupación. Dejas de sentirte fuera de control. Empiezas a sentirte más capaz.
La perspectiva es poderosa cuando se trata de poner la preocupación en su lugar y aprovechar su energía para enfrentar los desafíos futuros. Preguntas como las anteriores pueden cambiar la perspectiva de manera espectacular y rápida.
Estos tres trucos de ansiedad son algunos de los más poderosos para detener la preocupación. Funcionan porque desvían la atención de extraños del futuro al presente. Y cuando te concentras en el presente, te sientes más tranquilo y cuerdo. También recupera su capacidad para moldear su futuro y, de esta manera, tomar el control final de su ansiedad.
También publicado en el blog del Dr. Clark. Reproducido con permiso.
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