Los «neurohacks conductuales» son una forma de «convencer» a tu mente de que te vea de manera diferente.
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Según un estudio universitario realizado en 2014, solo el 46% de los propósitos de Año Nuevo seguían intactos al 4 de julio de 2014. Se pueden incorporar «neurohacks» para lograrlos.
A lo largo de mi trabajo como especialista en conducta, investigadora y profesora en UCLA y UC Irvine, he pasado mucho tiempo investigando y desarrollando intervenciones de cambio de conducta. Este conocimiento adquirido a lo largo de mi carrera me ha llevado a poner en marcha un proceso para ayudar a las personas no solo a establecer metas, sino también a cumplirlas. Stick With It, el libro que escribí sobre cómo apegarse a las resoluciones y objetivos, demuestra que el uso de neurohacks, un conjunto de herramientas psicológicas para restablecer la mente rápida y fácilmente, aumenta drásticamente la probabilidad de un cambio de comportamiento a largo plazo.
Los neurohacks hacen que la gente se apegue a las cosas a través de dos procesos psicológicos; el primero es que la gente se convence a sí misma de que si hace algo sin estar obligado a hacerlo, debe ser importante para ellos. Se apegarán a este comportamiento para ser coherentes con lo que han priorizado. El segundo proceso es que las personas forman una identidad de sí mismas al mirar hacia atrás en las cosas que han hecho en el pasado y continuarán haciendo ese comportamiento porque es parte de su propia imagen.
El neurohacking puede tomar diferentes formas. Los «neurohacks conductuales» son una forma de «convencer» a tu mente de que te vea de una manera diferente. La «nueva identidad» que se ve a sí mismo puede ser fundamental para que siga los pasos necesarios en el camino hacia el cambio a largo plazo. Del mismo modo, los «neurohacks del movimiento corporal» utilizan la física para cambiar la forma en que las personas piensan sobre sí mismas. Un ejemplo de esto es un estudio que se realizó en 2003 con asentimientos. Mientras escuchaban un anuncio, a la mitad de los estudiantes que participaron en la investigación se les ordenó que movieran la cabeza y a la otra mitad que asintieran. Luego se les preguntó si estaban de acuerdo con el anuncio. Los investigadores encontraron que las personas que asintieron con la cabeza tenían más probabilidades de estar de acuerdo con el anuncio, y las personas que negaban con la cabeza tenían más probabilidades de estar en desacuerdo. Asentir con la cabeza probablemente tuvo un impacto en los participantes que estaban de acuerdo con las declaraciones. De esto podemos aprender que los movimientos corporales pueden usarse como neurohacks para cambiar la forma en que las personas piensan sobre sí mismas y de lo que son capaces.
Los neurohacks cognitivos y del habla también se pueden utilizar para influir en la imagen y las acciones de las personas. Una serie de estudios en 2011 pidió a las personas que respondieran preguntas sobre su probabilidad de votar. Las preguntas se formularon de dos maneras: «¿Qué importancia tiene para usted votar?» O «¿Qué importancia tiene para usted ser votante? Los resultados mostraron que las tasas de votación eran más altas para el grupo al que se le preguntó si era importante para ellos ser votantes. ¿Por qué? Porque estos participantes se veían a sí mismos como votantes, se había convertido en parte de su identidad, en lugar del acto de votar como una actividad única que puede suceder o no. Los sujetos de investigación a los que se les preguntó si era importante para ellos ser votantes sintieron que debían perseguir la identidad que habían creado para sí mismos y votado. A partir de esto, podemos ver que pequeños cambios en el habla pueden afectar la forma en que las personas se ven a sí mismas y lo que hacen.
Aplicamos estos principios de neurohacking en el laboratorio del Instituto de Tecnología de Predicción de la Universidad de California (UCIPT) en el sur de California. Gran parte de nuestra investigación se ha centrado en desarrollar intervenciones y soluciones efectivas para la epidemia de opioides que mata a 130 personas todos los días en el país. El año pasado, trabajamos en un estudio sobre el aprovechamiento de la educación entre pares en línea (HOPE) financiado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) para prevenir las sobredosis de opioides en pacientes con dolor crónico. Utilizamos intervenciones en las redes sociales digitales con la esperanza de que los pacientes con dolor crónico, en tratamiento a largo plazo y altas dosis de opioides, pudieran «verse» a sí mismos de manera diferente, como capaces de no usar opioides en lugar de sentirse adictos a ellos. Encontramos que estas intervenciones digitales, o neurohacks, redujeron la ansiedad y el abuso de opioides en el grupo de intervención.
En 2020, lanzaremos un nuevo estudio HOPE financiado por los NIH para los trastornos por uso de opioides, que se centra en el tratamiento asistido por medicamentos con MAT. En este estudio, el grupo de intervención recibirá apoyo de pares sobre los beneficios de MAT. Nuestra hipótesis es que el grupo equipado con herramientas de intervención y neurohacking a lo largo de este estudio no solo será más abierto y comprometido en la búsqueda de tratamientos asistidos por fármacos, sino que también estará empoderado en su recuperación y, por lo tanto, estará mejor equipado para hacer frente a con su dependencia.
Estos principios del neurohacking también se pueden aplicar a cambios de comportamiento más generales. Cuando establezca sus propósitos de Año Nuevo, piense en cómo sus acciones pueden guiar su mente para lograr sus metas. Aquí hay algunas otras estrategias que pueden ayudarlo:
- Haz que la meta sea divertida. Encuentra una manera de hacerlo agradable para seguir haciéndolo. Si su objetivo es comer de manera más saludable, sea creativo al hacer que los alimentos saludables sean placenteros.
- Construya una comunidad que lo apoye, ya sea de apoyo o competitivo. Tratar con los demás es más divertido y ayuda a que el comportamiento dure.
- Facilite el cambio. La gamificación y otras herramientas hacen que la actividad sea gratificante. La investigación ha demostrado una y otra vez que una vez que las recompensas dejan de fluir, los comportamientos de las personas vuelven a ser lo que eran antes.
Una vez que se ha construido una rutina, se vuelve más fácil de hacer. Esto se convierte en un comportamiento predeterminado imprescindible, lo que significa que permanecerá allí mucho después del 4 de julio, Día del Trabajo, y cuando haya pasado el sol de verano.
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