frambuesas
Fuente: heidelbergerin / pixabay
La alimentación consciente nos centra en el momento y enriquece nuestra vida diaria con los placeres sensuales de las sensaciones gustativas y las texturas.
Los cinco sabores básicos (dulce, amargo, ácido, salado y umami) son el resultado de una reacción química entre los estímulos (comida) en la boca que reaccionan con los receptores (papilas gustativas).
El dulzor, que la mayoría de la gente encuentra agradable, se produce por la presencia de azúcares. Puede provenir directamente del árbol, como manzanas frescas crujientes (de muchas variedades, desde dulces hasta picantes), o se puede hornear con azúcar hasta obtener la dulzura burbujeante de la tarta de manzana.
La amargura, a veces percibida como fuerte o desagradable, se encuentra en bebidas como el café y el agua tónica (quinina) y en alimentos como la ralladura de cítricos y el cacao sin azúcar, así como en algunos vegetales verdes, como el diente de león, la achicoria y la escarola.
La acidez es el sabor que detecta la acidez, como en el vinagre. La salinidad se produce principalmente por la presencia de iones de sodio, presentes en los alimentos, desde salmón ahumado hasta patatas fritas.
Umami es una palabra japonesa que se refiere a un sabor sabroso, picante y carnoso. Aunque parece desafiar la definición, el umami a menudo se traduce como «delicioso» o «esencia» y es característico del queso, la salsa de soja y muchas comidas asiáticas. Algunos lo llaman «el otro sabor agradable», junto con la dulzura.
Según Adam Hadhazy en un artículo de 2011 en livescience.com, hay siete sabores que compiten por el sexto sabor: calcio, kokumi, picante, frescura, metalicidad, grasa y dióxido de carbono. El jurado aún está deliberando.
Con la práctica, encontrará vocabulario para escribir sobre el sabor y llevará las descripciones de los alimentos más allá de “delicioso”. Descubrirá que escribir sobre el olor, la textura y el sonido de los alimentos puede ayudarnos a saborearlos. Sobre todo, ciertos alimentos abren puertas a la memoria, la historia y la imaginación.
El gusto es un tema más importante que la comida. Piense en lo que es lamer la piel de su amante, masticar una brizna de hierba de verano o saborear el aire salado del océano. Siente lo que se siente al morder un trozo de papel de aluminio. Puede que no sea exactamente un sabor, sino una sensación que podemos imaginar, incluso si nunca la hemos experimentado.
Indicación para escribir: escriba sobre un recuerdo de la infancia relacionado con la comida.
Copyright © 2019 por Laura Deutsch
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