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La primacía de nuestras emociones

Ehimetalor Akhere Unuabona/Unsplash

Nuestras emociones son fundamentales para nuestra vida mental.

Fuente: Ehimetalor Akhere Unuabona/Unsplash

Desde la antigüedad, las emociones han sido reconocidas como parte fundamental de la naturaleza humana. Sumergirnos en nuestras emociones es sumergirnos en la historia de la vida. Los seres humanos entraron en el cuadro de la vida hace unos 6 millones de años. En ese entonces, éramos solo otro animal tratando de mantenerse erguido junto a gorilas, chimpancés y orangutanes.

Esos primates evolucionaron durante 70 millones de años como parte del linaje de mamíferos que tardó 200 millones de años en evolucionar. Las antiguas raíces del propio árbol de la vida se remontan a LUCA, el antepasado de toda la vida actual, hace 3.800 millones de años. Las emociones forman parte de este largo árbol evolutivo de la inteligencia natural de la vida. Así que es natural decir que juegan un papel central en nuestra vida mental.

Las emociones expresan las raíces vivas encarnadas de lo que somos como seres humanos. Nunca podemos salir de nuestras emociones. Las emociones nunca aparecen sin un contexto de encarnación. Las emociones tienen una especie de primacía irreductible. La primacía de las emociones es ante todo existencial. Las emociones son algo que vivimos.

Qué son realmente las emociones

Lo que realmente son las emociones no es una discusión finalizada; Las emociones son parte de muchos programas de investigación en curso. La visión convencional sostiene que las emociones están programadas de forma innata en los circuitos subcorticales. Veamos algunas descripciones prácticas de las emociones dadas por algunos de los principales investigadores de las emociones.

Evan Thompson, coautor de La mente encarnada. Cognitive Science and Human Experience, describe la emoción como “un evento prototipo de todo el cerebro” (Thompson, 2007, p 363). Afirma que una emoción recluta y mantiene unidas actividades en muchas regiones del cerebro. Una emoción moviliza y coordina prácticamente todos los aspectos del organismo. Según esta descripción, podemos ver claramente una emoción como un evento de cuerpo completo.

Después de un estudio de toda la vida, Antonio Damasio los define como:

“Colecciones de acciones internas concurrentes e involuntarias desencadenadas por eventos perceptuales”. (2021, pág. 78)

Las emociones son eventos de todo el cuerpo desencadenados por eventos cognitivos, reales o recordados. Por lo tanto, las emociones son los fenómenos profundos de la mente y el cuerpo que nos hacen ser quienes somos. No debemos descuidar su significado en nuestras vidas. Nos cuentan la historia encarnada de los valores y significados de nuestra vida.

La fenomenología de nuestras emociones

Las teorías emocionales más nuevas argumentan, en cambio, que las emociones son estados de orden superior expresados ​​en circuitos corticales. Joseph LeDoux, un gigante en la investigación de las emociones en el Centro de Ciencias Neurales y el Instituto del Cerebro Emocional de Nueva York, va un paso más allá en su investigación de las emociones. Él afirma:

“Aunque las emociones, o los sentimientos, son los eventos más significativos de nuestras vidas, ha habido relativamente poco contacto entre las teorías de la emoción y las teorías emergentes de la conciencia en la ciencia cognitiva”. (LeDoux & Brown, 2017, pág. 1)

Cuando comenzamos a fusionar las teorías de la emoción con las teorías de la conciencia, parece que las emociones son mucho más que una programación innata en los circuitos subcorticales. LeDoux nos explica que las emociones son experiencias autoinvolucrables que se ensamblan cognitivamente.

Son interacciones muy complejas entre reacciones de comportamiento incorporadas, cambios fisiológicos y acciones instrumentales como parte de nuestra larga inteligencia natural con sistemas de excitación, sistemas de memoria, sistemas motivacionales, sistemas perceptivos y sistemas cognitivos como evaluación, introspección e informe verbal.

Las emociones surgen de los fundamentos cognitivos que nuestra cultura creó y nuestra historia de vida construye como valor y significado personal. Los contenidos de nuestra mente actual son eventos de todo el cuerpo realizados durante la larga evolución de la vida y se expresan en nosotros como «evaluaciones cognitivas de situaciones que afectan el bienestar personal». (LeDoux, 2019, pág. 200)

Las emociones involucran todo nuestro neuroeje encarnado: desde el tronco encefálico hasta las áreas límbicas y la corteza superior. Consisten en procesos viscerales y motores en nuestro cuerpo. Abarcan redes psicosomáticas de comunicación molecular entre nuestro sistema nervioso, sistema inmunológico y sistema endocrino.

A nivel psicológico implican atención y evaluación cognitiva. Se sienten como varios complejos de sentimientos afectivos. Se expresan conductualmente en diferentes expresiones faciales y muchos tipos de tendencias de acción. (Thompson, 2007)

La psicología del mundo hoy

Las emociones son difíciles de ignorar en las noticias mundiales diarias. Los contenidos emocionales de nuestra mente tienden a absorbernos. No podemos pretender que las expresiones emocionales en los muchos campeonatos deportivos del mundo nos dejen fríos. Escuchamos todos los días sobre la tragedia emocional de los recién nacidos ucranianos en los refugios antiaéreos. No podemos ignorar las expresiones emocionales de las jóvenes cortándose el pelo y quemando sus pañuelos en la cabeza en Teherán. No podemos pasar por alto el sufrimiento emocional de los niños hambrientos en Somalia. Estar vivo es ser emocional.

Esta semana, el planeta Tierra dio la bienvenida a su residente número ocho mil millones. El nacimiento de un hijo es un acontecimiento en el que 225.000 mujeres de todo el planeta participan diariamente en toda una colección de emociones intensamente encarnadas. Las emociones se convirtieron en las experiencias conscientes que más nos importan. El fenómeno de la emoción es lo que tiñe nuestra existencia e impulsa nuestra evolución cultural.

Nuestras emociones son las experiencias encarnadas de las que no podemos escapar. Las emociones a veces perturban nuestras noches. De vez en cuando perturban nuestras vidas. Las emociones definen nuestra psicología. Son los pilares de nuestra salud. Nunca podemos salir de nuestras emociones. Es por eso que las emociones se convirtieron en los maestros encarnados de nuestra mente.