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La pandemia global de Covid-19, y los éxitos y fracasos al enfrentarla, pusieron en primer plano el tema del liderazgo en situaciones de crisis. Liderar en circunstancias normales ya es bastante difícil, pero liderar en una crisis es particularmente desafiante. ¿Cuáles son las claves del éxito en el liderazgo de crisis?

En un artículo reciente, Toby Newstead y yo (2023) revisamos la literatura sobre gestión/liderazgo de crisis y extrajimos cinco procesos clave que brindan una especie de hoja de ruta para liderar durante una crisis. La naturaleza repentina, ambigua y compleja de las crisis significa que las tácticas de liderazgo que funcionan en situaciones que no son de crisis pueden no trasladarse a situaciones de crisis.

Manejo de Crisis vs. Liderazgo de crisis

La gestión de crisis se trata de prepararse para los escenarios de crisis inevitables y predecibles. Es por eso que tenemos preparación para incendios, inundaciones y terremotos y practicamos «simulacros». Más recientemente, piense en los simulacros de tiro activo que son comunes en las escuelas. La clave aquí es la planificación y la preparación, junto con la ejecución de simulaciones. Sin embargo, no todas las crisis son predecibles, entonces, ¿cómo se lidera uno en una crisis imprevista? El liderazgo de crisis es fundamentalmente diferente.

Cinco claves para el liderazgo en crisis

  • Creación de sentido. Las crisis son situaciones nuevas. Un líder necesita darse cuenta rápidamente de lo que está pasando, lo que significa todo, y comprender lo que se necesita. Las viejas formas de pensar o actuar pueden o no ser relevantes. La creación de sentido también está creando un significado y una comprensión compartidos para mover al colectivo a la acción.
  • Toma de decisiones. En una crisis, las decisiones deben tomarse con rapidez y decisión. Esto requiere confiar en fuentes confiables para aportar información y perspectivas diversas. Al final, el líder debe tomar decisiones informadas basadas en la mejor información posible.
  • Comunicación. Una crisis exige una acción colectiva, por lo que un líder debe comunicarse de manera clara, frecuente y adecuada (p. ej., controlar las emociones negativas fuertes). Las partes interesadas deben estar completamente informadas, y el líder puede servir como un «centro» para facilitar el flujo de comunicación entre varias partes.
  • Coordinando el trabajo en equipo. Las crisis requieren una acción colectiva, por lo que los líderes deben monitorear y empoderar a otros, recurrir a la experiencia de otros cuando sea necesario y alentar conflictos constructivos para resolver problemas.
  • Facilitando el aprendizaje. En todo momento, pero especialmente después de una crisis, un líder necesita identificar las debilidades/vulnerabilidades, así como las fortalezas, para ayudar en la recuperación de la crisis y aprender lecciones para lidiar con futuras crisis.
  • Los líderes deben estar atentos y atentos a los primeros signos de una crisis que se aproxima y estar preparados para actuar con rapidez. La preparación – gestión de crisis – es importante para las crisis previsibles, pero un líder no puede prepararse para todos los escenarios. El liderazgo de crisis recurre a los mejores aspectos del liderazgo ejemplar, que incluye establecer relaciones sólidas con los miembros del equipo, comunicación clara y efectiva, delegación deliberada y toma de decisiones rápida.