Su relación con su equipo de tratamiento cambiará a medida que avance hacia la supervivencia. Por ejemplo, puede notar visitas menos frecuentes con su médico o que ve a otros miembros del equipo, como asistentes médicos (PA) o enfermeras practicantes (NP). También puede notar que sus visitas se vuelven menos intensas o que se siente «soltado». Este cambio puede sentirse tanto liberador como inquietante después de semanas o meses de que este equipo dirija cada momento de su vida.
Establecer expectativas
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Al final de su tratamiento contra el cáncer, puede ser útil establecer expectativas con su equipo para su atención futura. A menudo, esto se presenta en un documento llamado plan de atención para sobrevivientes. Un plan de atención para sobrevivientes brinda un resumen de su tratamiento, los efectos secundarios esperados, un plan para monitorear la recurrencia, un plan de seguimiento recomendado y recursos útiles. Si su equipo no proporciona un plan de atención, puede crear uno propio aquí o aquí. Hable sobre este plan con su proveedor y su médico de atención primaria.
Pedir ayuda.
A veces escucho de pacientes que sienten que su proveedor se apresuró en una cita o descartó sus quejas. Si siente que algo es importante y que su proveedor no lo está “entendiendo”, diga educadamente pero con firmeza: “Estoy luchando y necesito su ayuda”. Esta frase detiene a la mayoría de los proveedores comprensivos. Si no es así t, pida hablar con un trabajador social, un consejero o un enfermero orientador Sus inquietudes son importantes y merece respuestas.
¡Hablar alto!
En la sobrevivencia, sus síntomas y necesidades se convierten en importantes impulsores de la conversación. Como cualquier otra persona, los proveedores no pueden leer la mente, así que si algo le molesta (¡incluso si parece una pregunta tonta!), asegúrese de preguntar. Como regla general, si le ha preguntado al “Dr. Google”, debe preguntar a su proveedor. También puede indicar sus preferencias y objetivos.
Relatar cómo una inquietud está afectando su vida cotidiana puede ser útil para su proveedor. Por ejemplo, «La mayoría de las noches, los nervios de mis pies me duelen tanto que no puedo dormir. Estoy tan cansada en el trabajo. Me preocupa cometer un error. ¿Qué soluciones tiene que puedan ayudar con el dolor y no convertirme en un zombi durante el día?»
Encuentra a tu gente.
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Puede notar cambios en sus relaciones personales a medida que regresa a la «normalidad». El tratamiento del cáncer puede ser una experiencia aterradora y aislada en la que incluso las personas que más lo aman no pueden entender exactamente por lo que pasó.
Puede ser útil hablar con otros sobrevivientes de cáncer en un entorno moderado, como un grupo de apoyo, una clase de arte o un foro en línea examinado. Incluso si no dice una palabra, escuchar las historias de otras personas valida su experiencia y le muestra que no está solo. Si no se siente cómodo con un entorno grupal, el asesoramiento individual puede ayudarlo a desarrollar importantes habilidades de afrontamiento y abordar sus preocupaciones emocionales.
En resumen, sus relaciones cambiarán a medida que entre en la supervivencia al cáncer. Tendrá menos visitas frecuentes al médico y es importante informar nuevas inquietudes a sus proveedores. Conectarse con otros sobrevivientes de cáncer o buscar asesoramiento individual puede ayudarlo a procesar su experiencia y avanzar hacia el bienestar.
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