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Fuente: hyperionpixels / BigStock

Cada uno de nosotros tiene un conjunto de mensajes que siguen volviendo a nuestras mentes. Este diálogo interno, o comentario personal, enmarca nuestras reacciones ante la vida y sus circunstancias. Una de las formas de reconocer, promover y mantener el optimismo, la esperanza y la alegría es llenar intencionalmente nuestros pensamientos con un diálogo interno positivo.

Con demasiada frecuencia, el modelo de monólogo interior que hemos desarrollado es negativo. Recordamos las cosas negativas que nos dijeron nuestros padres, hermanos o maestros cuando éramos niños. Recordamos reacciones negativas de otros niños que disminuyeron la forma en que nos sentíamos por nosotros mismos. A lo largo de los años, estos mensajes se han repetido en nuestras mentes, alimentando nuestros sentimientos de ira, miedo, culpa y desesperanza.

Una de las formas más críticas que usamos en la terapia con personas con depresión es identificar la fuente de estos mensajes y luego trabajar con la persona para «aplastarla» intencionalmente. Si una persona aprendió en la infancia que no valía nada, le mostramos lo especiales que realmente es. Si al crecer una persona ha aprendido a esperar crisis y eventos destructivos, le mostramos una mejor manera de anticipar el futuro.

Pruebe el siguiente ejercicio. Observe algunos de los mensajes negativos en su mente que están socavando su capacidad para hacer frente a su depresión. Sea específico, cuando sea posible, e incluya a cualquier persona que recuerde que contribuyó a esta publicación.

Ahora tómate un momento para contrarrestar intencionalmente estos mensajes negativos con verdades positivas en tu vida. No se rinda si no puede encontrarlos rápidamente. Por cada mensaje negativo, hay una verdad positiva que superará el peso de la desesperación. Estas verdades todavía existen; sigue buscando hasta que los encuentres.

Puede tener un mensaje negativo que regrese a su cabeza cada vez que cometa un error. Cuando era niño, le decían: «Nunca llegarás a ningún lado» o «No puedes hacer nada bueno». Cuando comete un error, y lo hará porque todos lo hacemos, puede optar por sobrescribir ese mensaje con un mensaje positivo, como «Elijo aceptar y crecer a partir de mi error» o «Au como aprendo de mis errores i me estoy convirtiendo en una mejor persona. Durante este ejercicio, los errores se convierten en oportunidades para reemplazar las opiniones negativas sobre quién es usted por opciones positivas para la superación personal.

El diálogo interno positivo no es un autoengaño. No es mirar mentalmente las circunstancias con ojos que solo ven lo que tú quieres ver. Por el contrario, la autosugestión positiva consiste en reconocer la verdad, en situaciones y en uno mismo. Una de las verdades básicas es que cometerá errores. Esperar la perfección en ti o en otra persona no es realista. No esperar dificultades en la vida, ya sea a través de las propias acciones o bajo las circunstancias, tampoco es realista.

Cuando ocurren eventos negativos o errores, el monólogo interno positivo busca sacar lo positivo de lo negativo para ayudarlo a hacerlo mejor, ir más allá o simplemente seguir avanzando. Practicar el diálogo interno positivo es a menudo el proceso de descubrir el optimismo, la esperanza y la alegría nublados en una situación determinada.

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