Fuente: Sai de Silva / Unsplash
Muchas personas acuden a terapia confundidas acerca de hasta qué punto los padres deben involucrarse en la vida de sus hijos y qué constituye cruzar la línea. Hacen preguntas como:
- “Mis padres siempre han hecho un esfuerzo extra para involucrarse. ¿Cómo les digo que retrocedan respetuosamente?
- “Siempre me ha molestado la obsesión de mis padres de involucrarse demasiado en mi vida, pero ahora me preocupa no estar lo suficientemente presente en la vida de mis propios hijos. ¿Cómo evito convertirme en mis padres?
- “Quiero lo mejor para mi hija, pero cuanto más me acerco a ella, más se encierra en sí misma. ¿Estoy haciendo algo mal?»
La crianza helicóptero es una forma de crianza sobreprotectora en la que los padres supervisan constantemente las actividades de sus hijos y les brindan niveles excesivos de apoyo, como un helicóptero que se abalanza en el momento adecuado para un rescate.
Si bien la intención detrás de la paternidad helicóptero suele ser buena: mantener a los niños seguros y ayudarlos a tener éxito, la realidad es que a menudo puede hacer más daño que bien. Los estudios han demostrado que los padres helicóptero tienen más probabilidades de tener hijos que sufren de ansiedad, depresión y baja autoestima.
Aquí hay dos tendencias de comportamiento que un padre helicóptero usa para involucrarse demasiado en la vida de sus hijos.
1. Flotando
Los padres helicóptero generalmente se mantienen en contacto cercano con su hijo o hijos a través de mensajes de texto, llamadas telefónicas o redes sociales. También pueden solicitar controles frecuentes cara a cara, incluso cuando el niño está en la escuela o la universidad.
Aunque tener actualizaciones continuas sobre el paradero de su hijo puede ser útil, a menudo es recomendable dejar que los niños se comuniquen con los padres cuando los necesiten.
Un estudio publicado en el Journal of Psychosocial Nursing and Mental Health Services descubrió que si bien vigilar constantemente a los hijos puede evitar que los padres se preocupen, también puede socavar el sentido de independencia y autoeficacia de sus hijos. Los bajos niveles de autoeficacia pueden conducir a problemas más grandes y complejos, como problemas de autoestima, trastornos de ansiedad y depresión.
El estudio también encontró que los niños con padres helicóptero pueden enfrentar la alienación de sus compañeros. Es posible que los padres no permitan que sus hijos salgan a ciertas horas o participen en actividades que consideran peligrosas, lo que interfiere con su socialización. Es posible que los niños prefieran aislarse preventivamente para evitar la vergüenza de que los controlen cada cinco minutos.
Es aconsejable que los padres, a medida que el niño crezca, no sigan todos sus movimientos. Esto no solo ahorra energía a los padres, sino que también empuja al niño a desarrollar habilidades clave para la vida, como asumir riesgos, ser responsable de su propia seguridad y, lo que es más importante, ser abierto y auténtico.
2. Error al borrar
Estar demasiado involucrado en la vida de su hijo es un instinto protector. El problema es que este instinto percibe cualquier cosa que pueda causar dolor o incomodidad como una amenaza, incluso si esa cosa eventualmente podría ayudarlos a usted y a su hijo a crecer.
Los padres helicóptero a menudo intentan proteger a sus hijos de la decepción del fracaso interviniendo y tomando los riñones en sus manos. Podrían mover ciertos hilos para convertir un rechazo en una aceptación, participar en el último minuto para terminar el proyecto de su hijo, hacer llamadas telefónicas o donaciones en su nombre, presentar quejas, etc., solo para que el niño no tenga que enfrentar las consecuencias de sus acciones o los simples hechos de la vida.
Cuando los padres siempre están ahí para atrapar a sus hijos, los niños nunca aprenden a lidiar con la decepción o la frustración. Como resultado, pueden tener dificultades para hacer frente a los desafíos más adelante en la vida.
Un ensayo publicado en Parenting Culture Studies explicó que uno de los mecanismos de afrontamiento erráticos que un niño puede desarrollar debido a tal sobreprotección es culpar a los padres. En otras palabras, un padre protege a su hijo de las experiencias negativas para ser un buen padre, pero eventualmente su propio hijo lo culpa por cualquiera o todos los problemas que podría enfrentar en su edad adulta.
En el peor de los casos, problemas como la sobreprotección y la interferencia innecesaria, si no se abordan, pueden conducir a una dinámica familiar disfuncional de larga duración. Por lo tanto, para evitar una tensión permanente en la relación con sus hijos, podría ser útil dejar que ellos paguen lo que les corresponde.
Conclusión
La paternidad helicóptero proviene de un lugar bien intencionado, pero puede conducir a un sufrimiento prolongado. Si sospecha que sus padres o su propio estilo de crianza tienen tendencias de helicóptero, puede ser importante pedir ayuda profesional.
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