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En los últimos años, se ha debatido mucho sobre la empatía. Se ha argumentado que la falta de empatía ha llevado a varios problemas sociales, incluida la división entre grupos de personas, problemas en las relaciones personales, alienación de los empleados en el lugar de trabajo y descortesía general.

Sí, la empatía es una cualidad humana importante que nos permite mostrar compasión, preocuparnos por los demás y brindar asistencia a quienes la necesitan. Sin embargo, la empatía es una construcción compleja y no es tan simple como «más empatía es mejor». Hay diferentes tipos de empatía; algunos son más importantes que otros.

El psicólogo Mark Davis ha sugerido que existen tres tipos importantes de empatía. Exploremos cada uno de estos tipos de empatía y las implicaciones de cada uno.

Tomando perspectiva

Esta es una forma más cognitiva de empatía e implica ser capaz de ver las cosas desde el punto de vista de otra persona. Esto nos ayuda a comprender de dónde vienen otras personas: sus actitudes, puntos de vista y emociones, hasta cierto punto.

Nuestra investigación muestra que la toma de perspectiva es muy importante en las interacciones sociales y para los líderes porque necesitan comprender a las personas que lideran y lograr motivarlas de manera efectiva.

Preocupación empática

Esto es lo que comúnmente pensamos que es ser empático. Es ser capaz de “leer” las emociones y sentimientos de otras personas y sentir la preocupación adecuada por ellos. Este es el tipo de empatía que es importante para los consejeros y terapeutas. Necesitan estar sintonizados con los sentimientos de los clientes pero sin experimentar realmente las emociones del otro. Es en parte emocional y en parte cognitiva.

Angustia personal («¡Siento tu dolor!»)

El tercer tipo de empatía es lo que Davis denomina «angustia personal». Esto es experimentar indirectamente las emociones de otro. Su excitación emocional desencadena una reacción de simpatía en nosotros. Si ellos son felices, nos sentimos felices; triste, y llora con ellos; su ansiedad eleva nuestro nivel de ansiedad. Todos experimentamos angustia personal, pero demasiada de ella puede no ser algo bueno. Algunas personas son tan propensas a sentir los estados emocionales de los demás que son golpeadas por los sentimientos y las emociones de los demás (de ahí la etiqueta de «angustia»).

Estos tres tipos de empatía representan diferentes aspectos de nuestra personalidad. Una persona con una gran toma de perspectiva puede ser buena para comprender los puntos de vista de los demás, pero es posible que no se involucre mucho en las emociones de los demás. Como se sugirió, un individuo con mucha angustia personal será propenso a experimentar los estados emocionales de los demás, que tienen aspectos buenos y no tan buenos.

En realidad, todos tenemos algún nivel de cada uno de los tipos de empatía. La clave es comprender cómo somos empáticos con los demás y darnos cuenta de las fortalezas y limitaciones de cada tipo de empatía.