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Antes de que pierdas la confianza en todo lo que sabes sobre las relaciones, sí, la comunicación es importante. La forma en que nos hablamos es importante, y vale la pena invertir tiempo en aprender habilidades de comunicación. Sin embargo, habiendo estudiado las relaciones románticas durante más de 15 años, creo que la confianza es más importante. Déjame explicarte por qué.

¿Qué es la confianza?

Los científicos sociales sugieren que la confianza implica:

  • Confianza en que nuestras necesidades serán satisfechas.
  • Invertir parte de nosotros mismos y/o recursos en otra persona.
  • El riesgo de que alguien pueda ignorar nuestras necesidades o hacer un mal uso de nuestras inversiones.

La necesidad de confianza puede sonar dolorosamente obvia, pero por lo que he observado, tendemos a centrarnos principalmente en el último punto sobre la confianza rota. Simplificamos la confianza a la pregunta: ¿Confío en que mi pareja no tenga relaciones sexuales ni se enamore de otra persona? Para muchas parejas (aunque no para todas), la exclusividad sexual es importante. Sin embargo, los otros aspectos de la confianza son esenciales para que las parejas sobrevivan y merecen una mirada más cercana.

¿Me vas a cuidar?

Desde que somos bebés, comenzamos a recopilar información sobre si nuestros cuidadores son dignos de confianza y si el mundo es un buen lugar. Evaluamos si las personas que nos rodean satisfarán nuestras necesidades cuando estemos tristes, hambrientos o solos. Los investigadores se refieren a este proceso como la creación de apego, que sirve como base de confianza para el resto de nuestras vidas.

Más tarde, cuando entramos en relaciones románticas, generamos confianza al permitir que nuestras parejas realmente nos vean y nos conozcan. La intimidad física requiere que confiemos en nuestras parejas con nuestros cuerpos y nuestros sentimientos. Cuando nos enamoramos, confiamos en que nuestra pareja no nos hará daño a propósito.

En una buena relación, te sientes profundamente seguro sabiendo que tu pareja tomará decisiones y tomará medidas teniendo en cuenta los mejores intereses mutuos. No actuarán solo por sí mismos; prestarán atención a lo que necesitas e intentarán proporcionártelo.

¿Estamos juntos en esto?

Al principio de una relación, uno de los primeros desafíos que enfrentamos es averiguar qué tan interesada está cada persona y qué es lo que quiere de la relación. ¿Es esto una aventura? ¿Somos compatibles? ¿Te gusto tanto como yo te gusto? En esta etapa inicial, obtenemos mucha información sobre si podemos confiar en que nuestras parejas sean honestas sobre sus intenciones y sentimientos. Evaluamos si cumplen con lo que dicen que harán. Observamos cómo interactúan con otras personas en sus vidas. ¿Son dignos de confianza con ellos?

Las relaciones serias también implican inversiones de tiempo, dinero y, hasta cierto punto, una pequeña parte de nosotros mismos. Para sentirnos seguros, debemos confiar en que nuestros socios planean permanecer en la relación y que también invertirán en ella. Las buenas relaciones no dependen de cada desacuerdo o desafío. Cuando la confianza es sólida, puede sobrellevar momentos, conversaciones y emociones difíciles porque está claro que ambos están «en esto».

Conclusiones clave

A veces es más fácil ver y comprender la confianza cuando está rota o vacilante, pero también debemos aprender cómo se ve y se siente la confianza cuando está intacta y es consistente. Confiar en nuestros socios para que nos cuiden e inviertan en un futuro compartido es necesario para que una relación sea sana y fuerte.

Cuando no confíes en tu pareja, investiga por qué. Cuando lo haga, siga ese instinto y busque comportamientos que lo respalden. Nada es más importante. Confía en mí.