Seleccionar página

Fuente: Carlos Muza/Unsplash

Fuente: Carlos Muza/Unsplash

Coescrito por Tchiki Davis y Eser Yilmaz

A la mayoría de nosotros nos han dicho que la clave del éxito es el trabajo duro, ya sea en nuestra educación, carreras o relaciones. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué a veces obtienes resultados mediocres a pesar de dedicar tanto tiempo y esfuerzo a lograr algo? Su instinto inmediato podría ser trabajar aún más duro y dedicar más tiempo y recursos a su tarea. En la superficie, esta reacción tiene sentido; cuanto más lo intentes, más probabilidades tendrás de lograr tu objetivo. Pero resulta que la clave del éxito no es trabajar más duro, sino trabajar de manera más inteligente.

La regla 80-20 establece que la minoría de las causas tiene el mayor impacto, mientras que la mayoría tiene el menor. Los valores de 80 por ciento y 20 por ciento no son valores exactos, podrían ser 70–30 o incluso 95–5. En otras palabras, algunas de las cosas que hacemos tienen un gran impacto, mientras que la mayoría de las cosas que hacemos tienen muy poco impacto. Al centrar nuestros esfuerzos en las cosas que tienen un gran impacto, podemos ahorrar tiempo y lograr más.

Ejemplos de reglas 80-20

¿Alguna vez condujo por un sitio de construcción o entró a una oficina y observó que algunos empleados estaban absortos en sus tareas y trabajando diligentemente mientras que otros simplemente holgazaneaban? Es posible que haya visto la regla 80-20 en funcionamiento, literal y figurativamente. De acuerdo con esta regla, el 20 por ciento de los empleados produce el 80 por ciento de la producción del trabajo, mientras que la mayoría restante produce solo el 20 por ciento (Koch, 2011).

En otro ejemplo, aproximadamente el 20 por ciento de los productos de una empresa podrían ser responsables del 80 por ciento de sus ventas (Koch, 2011).

El ochenta por ciento de las ventas de la empresa podría involucrar al 20 por ciento de sus clientes (Koch, 2011).

En las relaciones, el 20 por ciento de las personas con las que interactúas pueden causar el 80 por ciento de las discusiones.

Cómo usar la regla 80-20

Una de las cosas más importantes para usar la regla 80-20 es dejar de hacer actividades que le hacen perder el tiempo. La regla 80-20 puede ayudarlo a determinar las acciones que le hacen perder la mayor parte de su tiempo, para que pueda reducirlas o eliminarlas de su agenda y recuperar las horas perdidas y usarlas para actividades que le importen más o que lo ayuden a lograr sus objetivos.

Por lo tanto, de acuerdo con la regla 80-20, una de las mejores formas de volverse más productivo es identificar y eliminar las actividades menos productivas de su agenda y priorizar las actividades más efectivas.

Un método para averiguar qué priorizar es hacer una lista de todas las actividades que pretende abordar ese día. A continuación, puede ordenarlos por orden de importancia o valor. Luego, puede comenzar a abordarlos dedicando la mayor parte de su esfuerzo a completar las pocas actividades vitales que se encuentran en la parte superior de su lista. De esa manera, incluso si no termina todo en su lista, aún puede sentirse productivo y realizado al hacer bien las tareas más importantes.

Una versión de este artículo también aparece en el sitio web del Instituto de Bienestar de Berkeley.