El proceso empático es un estilo notable de comunicación. Desarrollé un proceso empático como una forma viable para que dos personas en una relación, así como familias, construyan un nuevo patrón de diálogo que sea saludable y exitoso para todos.
El proceso empático
Encuentre un lugar neutral, preferiblemente la cocina, que es el corazón de la casa y un lugar donde ocurre la alquimia, en lugar de la oficina, el dormitorio o el lugar de poder de alguien.
Las reglas de participación en el proceso empático incluyen:
Cómo comunicarse con éxito
Las reglas de participación en el proceso empático incluyen tanto la intimidad como el respeto. Cada persona habla un tercio del tiempo mientras hace contacto físico durante la comunicación, como tocar la mano o el brazo de su pareja para mantener una atmósfera íntima. Además, ambos socios mantienen contacto visual durante la comunicación. En ningún momento ninguno de los socios se defiende de las acusaciones que se les envían.
El último tercio del tiempo se utiliza para la conversación mutua con ambos socios invertidos en el resultado exitoso de su diálogo. Este enfoque se puede utilizar semanalmente, a una hora determinada, en un lugar determinado, como un bloque de tiempo para revisar los problemas de la semana y resolverlos mutuamente. El proceso empático crea un lugar seguro al que los socios pueden regresar en cualquier momento.
conoce a tu pareja
Nunca uses información confidencial como arma mientras peleas. Si invitas a tu pareja a decirte honestamente lo que piensa de ti, solo para darte la vuelta y acusar a tu pareja de mezquindad por decir palabras hirientes, se romperá la confianza y se dañará la intimidad.
Además, preste atención a los sentimientos de su pareja y evite decir cosas hirientes o reactivas. Puedes ganar la batalla pero perder la guerra dañando la estima y degradando a tu pareja.
Tiempo de entrada en lugar de tiempo de salida
Conócete a ti mismo y desarrolla habilidades de afrontamiento que te permitan satisfacer tus propias necesidades en lugar de que tu pareja las satisfaga. Es importante aceptar a tu pareja, a la persona que amas, tal como es. Nadie quiere actuar para obtener aprobación. Y en una relación sana, cada miembro de la pareja es libre de expresar su amor de una manera que le resulte natural.
Ponerse de acuerdo para no estar siempre de acuerdo, sino para caminar juntos.
El dilema humano es que todos somos diferentes y no podemos estar de acuerdo en todo, incluso si estamos enamorados. Lo importante es que respetes y valides las diferencias y no intentes crear a alguien nuevo a partir de la persona que amas. Para que su relación sea equilibrada, debe beneficiar a ambas partes. Por lo tanto, la reciprocidad es la clave para una relación feliz.
Deseos versus necesidades
¿Cuál es la diferencia entre deseos y necesidades? A menudo dices que quieres algo pero necesitas algo más. Tus necesidades se basan en esas relaciones de la primera infancia con tu madre y tu padre, y la forma en que interactuabas con tus padres. Tus deseos son el ideal al que aspiras en una relación. Por ejemplo, es posible que desee una relación pacífica y, sin embargo, se encuentre hipercrítico o exigente, creando argumentos en todo momento. Los patrones de tu infancia pueden influir en el estilo argumentativo e hipercrítico: es lo que sabes hacer a partir de tus interacciones con tu familia de origen.
Sin embargo, un estilo argumentativo puede no ser a lo que aspiras en una relación, de ahí una disonancia entre tus deseos y necesidades. Al reconocer la diferencia entre deseos y necesidades, puede trabajar hacia una comunicación sana y equilibrada. Traer a la conciencia tus deseos y necesidades te permite actuar deliberada y conscientemente en el mejor interés de tu relación.
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