Cuando alguien dice: «¿Puedo darte algunos comentarios?», ¿ganas? ¿Te pones a la defensiva o corres cuando te llegan comentarios? Si ha recibido críticas duras o comentarios poco hábiles en el pasado, tiene sentido que no sea receptivo a ellos. Todos evitamos las cosas incómodas. Sin embargo, cuando evita la retroalimentación experiencialmente, pierde la oportunidad de crecer y aprender.
Todos hemos oído hablar de la regla de las 10 000 horas de Malcolm Gladwell, popularizada por su libro Outliers: se necesitan 10 000 horas de práctica para dominarla. Pero, ¿y si practicas 10.000 horas sin retroalimentación?
Por ejemplo…
- ¿Qué pasaría si fuera masajista durante tres años, pero nadie dijera nada sobre cómo se sintió? ¿Mejorarías?
- ¿Qué pasaría si fuera un terapeuta y, después de algunas sesiones, los clientes dijeran que se sentían mejor y se fueran? ¿Cómo sabrías lo que fue útil?
- ¿Qué pasaría si estuvieras casado con la misma pareja durante 10 años y nunca te dijeran lo que les gusta en la cama? ¿Qué tan buena sería tu vida sexual?
Necesitas feedback para mejorar. Más experiencia lo convierte en un masajista, terapeuta o compañero más experimentado, pero no necesariamente mejor. El ingrediente clave en el aprendizaje es la retroalimentación correctiva sobre lo que funciona o no.
5 pasos para recibir comentarios
Ya sea que se trate de su forma de sentadilla o de su forma de cocinar, siempre hay espacio para mejorar. Aquí hay algunas estrategias respaldadas por la ciencia para mejorar en la recepción de comentarios para que su práctica conduzca al crecimiento, no al estancamiento.
1. Sepa lo que quiere y pídalo. Cuando se trata de recibir comentarios, ¿busca reconocimiento y elogios? ¿O quieres recibir asesoramiento sobre cómo mejorar? En su libro Gracias por los comentarios, Douglas Stone y Sheila Heen describen tres tipos de comentarios:
- Apreciación
- Entrenamiento
- Valoración
Si está buscando formas de mejorar en algo, pero solo le dicen: «Está haciendo un trabajo fantástico», es posible que se sienta decepcionado. Al mismo tiempo, si quiere reconocimiento por su arduo trabajo pero le dicen: “Esto es lo que podría hacer mejor”, es posible que se sienta desanimado. Tenga claro el tipo de retroalimentación que desea y comuníquelo. Dígale a su amigo que está buscando más gratitud y dígale a su jefe cuando necesite más entrenamiento. Sea claro y directo.
2. Elija una mentalidad de desafío. Cuando alguien se acerca a usted con comentarios, puede activar su sistema de amenazas. Cuando se encuentra en una situación nueva o incierta, su amígdala detecta amenazas y envía neuroquímicos para indicarle a su cuerpo que esté en alerta. Puede notar que su frecuencia cardíaca aumenta a medida que el cuerpo se prepara para una situación desconocida. Sin embargo, es cómo interpretas estas sensaciones (con áreas cerebrales corticales superiores) lo que afectará tu experiencia. Si interpreta la retroalimentación como mala o peligrosa, es probable que genere una respuesta de miedo (lucha, huida, congelación), pero si lo ve como un desafío y recuerda que la retroalimentación puede ayudarlo a crecer, puede usar la incertidumbre como una oportunidad. La próxima vez que note que su cuerpo se tensa con la retroalimentación, dígase a sí mismo: “Estoy aquí para aprender y crecer. ¡Así es como se siente crecer!”
3. Reduzca la velocidad y tome nota. La retroalimentación solo es efectiva si la descarga por completo. Sal del comentario en tu cabeza para recibir retroalimentación. Una forma de hacer esto es hacer una pausa y dirigirse a la persona: «Espera, ¿puedo escribir lo que dices para asegurarme de que lo tengo?». Tome una nota en su teléfono o en una hoja de papel. Esto comunica que estás escuchando y completamente presente. Luego, reflexione sobre lo que está escuchando y verifique si interpretó sus comentarios correctamente.
4. Recuerda el contexto. No tiene que aplicar todos los comentarios que recibe. La retroalimentación se trata tanto de la persona que te la da como de ti. Por ejemplo, los comentarios de tu madre sobre tu estilo de vestir dicen mucho sobre sus preferencias y generación, y es posible que decidas no aplicarlos. Pero puede optar por aplicar sus comentarios sobre su tono de voz cuando le hable si es dañino o duro. Tome la imagen más grande de quién provienen los comentarios y la situación en la que se dan. Verifique sus objetivos personales y observe el panorama general antes de aplicar o rechazar comentarios.
5. Practica la autocompasión. Podemos sentirnos vulnerables cuando recibimos comentarios de otros. Con la autocompasión, nos recordamos a nosotros mismos que nuestra autoestima no se basa en nuestro desempeño o en las opiniones que los demás tienen de nosotros. Si nota que surge la vulnerabilidad, intente volverse hacia ella con amabilidad y cuidado y recuérdese que vale la pena solo por ser humano. Las investigaciones muestran que la autocompasión lo ayudará a tener menos reactividad emocional a la retroalimentación interpersonal y puede ayudarlo a tener menos negatividad en respuesta a la retroalimentación ambivalente.
Para obtener más consejos y ejemplos de comentarios, escuche mi podcast Your Life in Process con la Dra. Abby Diel sobre cómo dar y recibir comentarios efectivos.
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