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La progresión de la terapia depende mucho de quién es el terapeuta, su estilo y la forma en que trabaja, incluso para enfoques como la terapia cognitivo-conductual, que a menudo se presentan siguiendo una fórmula o un manual. La terapia es, como dicen, «dependiente del operador».

El ego del terapeuta, y la forma en que se ejercita, es la clave para una terapia eficaz. Cada pareja paciente-terapeuta sigue un camino único, incluso si los objetivos finales de la terapia son los mismos. Bajo restricciones relativamente rígidas, la terapia puede llevarse a cabo de diferentes formas.

¿Cómo funciona la terapia?

Hay muchas formas diferentes de lograr los resultados terapéuticos deseados: un sentido de sí mismo más seguro y confiado, mejores relaciones y una mejor función profesional, tratamiento para la depresión, ansiedad y otras condiciones, reducción de pensamientos negativos, mejor autocomprensión, etc. Las metas también cambian con el tiempo, lo que hace que el establecimiento de metas sea una meta de la terapia.

Las terapias comparten «factores comunes», la medida en que el terapeuta es solidario, empático y validado. Algunos enfoques son más directivos, parecen seguir una receta y al mismo tiempo se mantienen muy centrados en la interacción terapéutica. Otros son más exploratorios, como la terapia psicoanalítica / psicodinámica, centrándose en desarrollar la percepción, ver cómo se repiten los patrones de desarrollo y usar esa conciencia para cambiar los patrones contemporáneos.

Independientemente del tipo de terapia, la eficacia terapéutica está vinculada a la calidad de la relación entre paciente y terapeuta: la «alianza terapéutica». se benefician enormemente, incluido el diseño de avatares de IA empáticos para administrar dosis de terapia.

Comprender cómo los terapeutas usan «el yo» significa entrar en los detalles de experiencias muy individuales, extraer temas recurrentes y agrupar esos temas en categorías organizacionales.

Autouso

Utilizando un enfoque denominado «Análisis fenomenológico interpretativo», los investigadores-terapeutas Sleater y Scheiner, en su artículo Impact of the Therapist’s «Use of Self» (2020), realizaron entrevistas semiestructuradas con terapeutas de diferentes niveles de experiencia. Analizaron las transcripciones de estas conversaciones y desarrollaron un modelo basado en tres factores principales que surgieron de su trabajo, de la siguiente manera:

1. Conexión: Utilizarse uno mismo para desarrollar y cultivar un apego terapéutico con cada paciente fue visto como la clave. Los terapeutas discutieron cómo usan el yo para fomentar la conexión. Una forma era la auto-revelación. Surgieron tres tipos de autorrevelación: autorrevelación abierta (compartir información personal relevante para el servicio de conexión), autorrevelación inadvertida (compartir algo involuntariamente, por ejemplo, a través de la apariencia o el nombre que indica el origen étnico) y la autorrevelación inconsciente (para ejemplo, tener una fuerte reacción emocional a algo que dice un paciente).

La personalidad fue un factor. Los terapeutas notaron cómo equilibraban la actuación como lo harían en contextos sociales habituales con el mantenimiento de la conducta terapéutica. El terapeuta «virgen» puede resultar desagradable, pero un terapeuta demasiado familiar también se siente mal. Este equilibrio entre «ser tú mismo» espontáneamente y la adaptación reflexiva de lo que uno revela es un aspecto clave para ajustar la personalidad individual a las circunstancias. Ser consciente de los rasgos de personalidad y las tendencias de capacidad de respuesta («contratransferencia») es importante para que los terapeutas sean buenos.

Por ejemplo, un terapeuta que tiende a ser perfeccionista puede ser más o menos consciente de esto. Considerar cómo presionar a los pacientes puede hacer que se sientan criticados en lugar de apoyados, incluso si proviene del deseo de ayudar, es un buen uso de uno mismo. Un terapeuta consciente de su propia naturaleza autocrítica se mantiene en contacto con esto, se da cuenta de cuándo sucede y utiliza esta conciencia para moderar su enfoque y ayudar al paciente a comprender mejor su propia experiencia.

Los terapeutas identificaron que su perspectiva única de la vida, su «visión del mundo», era una parte importante de la conexión. Ser consciente de sus propias creencias y experiencias, y de cómo las habían llevado a encontrar su propio lugar en el mundo, era fundamental para ubicarse a sí mismo. en relación con los enfermos.

2. Conciencia: ¿Cómo puede un terapeuta usar su yo sin ser consciente de lo que está sucediendo de una manera matizada, sin dejarse atrapar por los detalles hasta el punto de empantanarse?

Los terapeutas han notado lo crucial que es ser consciente de la naturaleza única de cada díada terapéutica, un factor agrupado en “relacionalidad e intersubjetividad”. Se trata tanto de comprender los elementos sutiles de la interacción terapéutica como de dar cabida a la perspectiva única de cada persona, incluso cuando el terapeuta y el paciente no siempre estén de acuerdo en lo que significan las cosas.

El uso de sí mismo por parte del terapeuta se basó en la conciencia de reciprocidad y vulnerabilidad, en la comprensión de que estaban con el paciente. Sin volverse vulnerable y estar juntos, la terapia se detiene. Los terapeutas aprenden a usar el yo de tal manera que se involucran genuinamente mientras se mantienen los límites. Los terapeutas más experimentados pudieron ser más vulnerables emocionalmente con los pacientes mientras se mantuvieron dentro de los límites apropiados, informando menos actitud defensiva a medida que se habían vuelto médicos más hábiles y experimentados.

Los terapeutas han utilizado el conocimiento de la teoría del apego en su uso de sí mismos. Ser consciente de los diferentes estilos de apego de los pacientes y cómo sus propios estilos de apego se entrelazaban o chocaban era esencial. Ser consciente del apego de uno le permite al terapeuta relacionarse con el paciente.

Observar, por ejemplo, que los sentimientos maternos surgen en torno a un problema en particular o en un momento específico, puede permitir que el terapeuta utilice esta información para ayudar a mejorar la terapia. Ignorar respuestas como estas, o actuar sobre ellas sin pensar en ello, puede interferir con la terapia e incluso conducir a malas decisiones y violaciones de los límites.

Los terapeutas notaron lo importante que es estar consciente de las experiencias corporales, especialmente los sentimientos de ansiedad. Es fácil estar en la cabeza, separado del cuerpo. Escuchar el cuerpo antes, durante y después de las sesiones brinda pistas importantes sobre lo que está sucediendo con cada paciente. Notar las reacciones corporales es esencial para comprender la contratransferencia, ya que las sensaciones se separan fácilmente de los pensamientos sobre lo que está sucediendo.

3. Bienestar: Para que los terapeutas utilicen el yo de manera eficaz, deben cuidar de sí mismo. Este factor históricamente se ha minimizado o ignorado. Hoy en día, es cada vez más claro que el cuidado personal es una parte necesaria para manejar cualquier situación laboral estresante para evitar el agotamiento, la depresión y las lesiones morales. Un factor clave para el bienestar del terapeuta fue tener una mayor conciencia en la forma de un supervisor interno compasivo, realizar un seguimiento y permitir decisiones saludables.

La investigación ha identificado dos niveles de autocuidado: básico y de apoyo, que se refieren respectivamente a la supervisión y la terapia personal según sea necesario, así como al autocuidado físico y al equilibrio entre el trabajo y la vida. Cultivar una actitud de autocompasión hacia uno mismo le permite a uno aprender de la experiencia.

Otras Consideraciones

Teniendo en cuenta la importancia de la alianza terapéutica y los factores comunes a las diferentes formas de terapia, comprender las mejores formas en que los terapeutas pueden utilizar el yo es esencial tanto para el entrenamiento como para la práctica de la terapia.

La investigación actual identifica y articula tres aspectos generales e interrelacionados del uso más efectivo del yo. Las investigaciones futuras pueden examinar la correlación entre diferentes factores y resultados del tratamiento. Los programas de capacitación pueden considerar agregar material para mejorar el uso personal del terapeuta, particularmente en lo que respecta a la conciencia corporal y las habilidades performativas, que generalmente no se abordan directamente, lo que mejora el uso personal.

Este trabajo es importante para los terapeutas, pero también es informativo para las personas que tratan con personas de forma regular y quieren un entorno en el que puedan entender cómo se utilizan a sí mismos para conectarse de forma eficaz.

Modelo: terapeuta de autoconsumo

Sleater y Scheiner, 2020

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Fuente: Sleater y Scheiner, 2020

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