El coronavirus nos ha mostrado cómo el contacto humano puede propagar la enfermedad. Pero los psicólogos saben desde hace mucho tiempo que la conexión humana puede prevenir enfermedades.
Décadas de investigación han demostrado que las relaciones cercanas aumentan nuestra inmunidad a los resfriados, nos protegen del desarrollo de la depresión, mantienen nuestros corazones sanos y extienden nuestra esperanza de vida, sin mencionar que nos brindan alegría, significado y propósito.
Si la salud física se trata de nuestro cuerpo y la salud mental se trata de nuestra mente, entonces la salud social se trata de nuestras relaciones.
Si bien estas dimensiones de la salud están profundamente entrelazadas, es útil pensar en la salud social por separado debido a su impacto. Por ejemplo, los investigadores han calculado que la falta de relaciones cercanas aumenta el riesgo de morir tanto como el tabaquismo y más que la obesidad.
La amistad y otros tipos de relaciones contribuyen a nuestra salud.
Fuente: Hélène Lopes / Pexels
Dado que las cuarentenas y el distanciamiento físico nos aíslan entre nosotros, es especialmente importante ser intencional sobre la conexión en este momento. A continuación, le mostramos cómo conceptualizar, evaluar y mejorar su salud social.
1. Conceptualizar
Corey Keyes, sociólogo y pionero en el campo de la psicología positiva, definió el bienestar social como “la autoevaluación de un individuo sobre la calidad de su relación con los demás, el barrio y la comunidad”.
Me gusta esta definición porque destaca varias características clave:
- Primero, «autoevaluación». El bienestar social es subjetivo y se basa en cómo ve y siente sus relaciones con amigos, familiares y otras personas.
- En segundo lugar, la «calidad». Lo que más importa es la calidad, no la cantidad, de sus relaciones. Puede sentirse socialmente saludable con solo uno o algunos lazos fuertes.
- En tercer lugar, «barrio» y «comunidad». El bienestar social se deriva no solo de sus relaciones individuales, sino también de un sentido de pertenencia a grupos más grandes como su ciudad, escuela o empresa.
2. Evaluar
Otra característica clave es que la salud social óptima es única para cada uno de nosotros. Así como algunas personas disfrutan levantando pesas en el gimnasio, mientras que otras disfrutan corriendo largas distancias, nuestras preferencias de conexión varían.
Para mí, personalmente, sentirme realizado socialmente significa equilibrar la socialización con la soledad y optar por reuniones íntimas con más frecuencia que grandes fiestas. Significa tener algunas personas muy cerca de mí y una gran red de lazos más flojos. Esto significa elegir selectivamente múltiples comunidades en las que invertir mi tiempo y energía.
Permita 15 minutos para reflexionar sobre su salud social.
Fuente: Retha Ferguson / Pexels
Te animo a pensar en cómo es tu propio bienestar social óptimo y cómo es actualmente. Para hacer esto, comience por hacerse estas preguntas:
- ¿Me he sentido más conectado o solo recientemente?
- ¿Hay alguien a quien pueda acudir en busca de ayuda cuando la necesite?
- ¿Qué relaciones disfruto más?
- ¿Qué tipo de interacciones me dan energía y qué tipo de interacciones me desgastan?
- ¿Qué comunidades son importantes para mí?
3. Mejorar
Luego, como recomendé en un artículo para Scientific American, puede tomar medidas para mejorar su salud social ampliándola o profundizándola. Para expandirse, busque nuevas relaciones uniéndose a un club de pasatiempos o grupo de interés, como voluntario en su comunidad o asistiendo a un evento. Hasta que desaparezca el coronavirus, estos se pueden hacer en línea.
Para profundizar más, priorice el tiempo de calidad con un amigo o familiar, donde guarde los dispositivos y otras distracciones y se concentre en una conversación significativa o una experiencia compartida. Mientras se distancia físicamente, intente esto virtualmente o con las personas con las que vive.
Al igual que el ejercicio, el sueño y la nutrición, la conexión es vital para nuestra salud. Asegurémonos de darle prioridad durante y después de la pandemia.
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