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por Gia Marson, Ed.D.
Los trastornos alimentarios son problemas de salud mental complejos que pueden causar el desarrollo de una variedad de hábitos alimenticios poco saludables.
Muchas veces, un trastorno alimentario aparece lentamente y sin darse cuenta, lo que hace que una persona piense que es quisquillosa o tiene hábitos rígidos con respecto a la comida. Este pensamiento puede prevalecer especialmente durante las festividades cuando las reuniones se centran en la comida y los rituales alimenticios. Pero negar el riesgo que representa un trastorno alimentario puede ser peligroso: para algunas personas, un trastorno alimentario puede llevar a la desesperanza e incluso ser fatal.
Afortunadamente, la recuperación de los trastornos alimentarios es posible. Y la investigación muestra que la intervención temprana es clave. Por lo tanto, si usted o alguien que conoce puede tener un trastorno alimentario, es importante obtener ayuda lo antes posible.
«La identificación y el tratamiento tempranos mejoran la velocidad de recuperación, reducen los síntomas en mayor medida y mejoran la probabilidad de mantenerse libres de la enfermedad. Por ejemplo, cuando los adolescentes con anorexia nerviosa reciben tratamiento familiar dentro de los primeros tres años de la enfermedad inicio tienen una probabilidad mucho mayor de recuperación». —Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación
Las barreras más comunes para la intervención temprana
Solo una de cada cuatro personas con trastornos alimentarios busca ayuda. Eso significa que las tres cuartas partes de todas las personas que padecen un trastorno alimentario lo hacen en silencio. ¿Porqué es eso? Estudios recientes han encontrado algunas barreras comunes que las personas con trastornos alimentarios a menudo enfrentan cuando buscan ayuda:
- Costo del tratamiento
- Acceso al tratamiento a través del sistema de salud
- El estigma asociado a los trastornos alimentarios
- Negación de necesitar ayuda o incluso de tener un trastorno alimentario.
- La percepción de que otros no entenderán o no podrán ayudar
De estos, la negación y la percepción de que otros no pueden ayudar son las dos barreras más grandes para recibir tratamiento.
Barrera: negar que tiene un trastorno alimentario o que necesita ayuda o pensar que está lo suficientemente enfermo.
Las personas con trastornos alimentarios graves a menudo no creen que tengan un problema y no creen que necesitan apoyo para el trastorno. Irónicamente, a menudo los pacientes pueden reconocer los trastornos alimentarios en otras personas, pero no en ellos mismos.
Específicamente, las personas con anorexia nerviosa (caracterizada por una restricción alimentaria extrema y un miedo profundo a aumentar de peso) pueden no tener una percepción clara de la poca nutrición que reciben o de cómo les perjudica ese déficit. Otra forma de negación para las personas con anorexia nerviosa puede ser la creencia de que su peso no es lo suficientemente bajo o que no están lo suficientemente enfermas como para justificar un tratamiento médico, nutricional o psicológico.
Las personas con bulimia nerviosa (caracterizada por un ciclo de atracones y purgas u otras conductas compensatorias) pueden normalizar sus síntomas debido a la frecuencia con la que ocurren, especialmente si su peso no se ha visto gravemente afectado. Y, la mayoría de las personas con trastorno por atracón (caracterizado por comer grandes cantidades de alimentos cuando no tienen hambre, muy rápidamente, hasta que se sienten incómodos) se culpan a sí mismos, sienten vergüenza por los cambios de peso y por perder el control de la comida. Esa vergüenza conduce a la negación cuando va acompañada de la creencia de que los atracones son una falta de fuerza de voluntad, no un trastorno.
«Lo más importante que podemos hacer es no solo admitirlo ante nosotros mismos, sino también buscar esa ayuda. El primer paso es exponer ese secreto y esa lucha…» — Candace Cameron Bure
Barrera: Creer que los demás no entenderán o no podrán ayudar.
Mantener el trastorno alimentario en secreto reduce la posibilidad de obtener el apoyo de amigos cercanos y familiares. Este aislamiento puede conducir a una gran cantidad de problemas. Para casi todas las personas con un trastorno de la alimentación, los efectos negativos se extienden más allá de la nutrición deficiente e impactan negativamente en el funcionamiento fisiológico, la conexión intestino-cerebro, la regulación hormonal, la conciencia o reactividad emocional, el estrés, la concentración, el estado de ánimo y las relaciones.
Con el potencial de tantas consecuencias multidimensionales, una persona con un trastorno alimentario puede sentir que es imposible que otra persona entienda lo que está sucediendo o pueda ayudar. La buena noticia es que un sólido sistema de apoyo social puede ser uno de los mejores pilares de la recuperación.
La recuperación total de un trastorno alimentario es posible
Es importante superar estas barreras significativas desde el principio porque los estudios muestran que cuanto antes una persona pueda comenzar el tratamiento, mayores serán las posibilidades de una recuperación duradera. Si bien un trastorno alimentario es mucho más complejo que un conjunto de hábitos negativos, cuanto más tiempo permanezcan los comportamientos no saludables, más arraigados se volverán y más difícil será abandonarlos.
Lecturas esenciales sobre trastornos alimentarios
Las estrategias de intervención temprana pueden presentarse de muchas formas. Aquí hay algunas maneras de obtener ayuda:
- Curiosidad. De una manera abierta y sin prejuicios, pregúntese si su alimentación o el ejercicio interfieren en su funcionamiento. ¿Causa daño a su salud, objetivos de vida o relaciones? Si es así, ¿con qué frecuencia y en qué medida? Si la forma en que maneja la comida o el estado físico conduce a algún deterioro funcional, es posible que tenga un trastorno alimentario. Explorar sus valores, patrones de pensamiento y comportamientos automáticos puede arrojar luz sobre cómo las dietas, el exceso de ejercicio o los atracones pueden socavar sus relaciones, el equilibrio entre el trabajo y la vida y sus objetivos.
- Conciencia. Busque psicoeducación y datos sobre los trastornos alimentarios de una organización profesional como la Academy for Eating Disorders, u obtenga ayuda de un profesional médico o de salud mental o un libro escrito por uno.
- Franqueza. Los pensamientos y comportamientos de los trastornos alimentarios a menudo se mantienen en secreto porque las personas pueden tener demasiado miedo para pedir ayuda. Algunos pueden temer perder una forma confiable (aunque poco saludable) de afrontar la situación, mientras que otros pueden temer ser juzgados. Si este es tu desafío, esfuérzate para descubrir tus secretos.
- Apoyo social. La ayuda está ahí fuera, y usted es digno de ayuda. Las relaciones pueden ofrecer la amabilidad y el amor que necesitamos para enfrentar las dificultades, y eso incluye la recuperación de un trastorno alimentario. Comuníquese con un amigo o familiar de confianza.
- Nutrición. Restaurar la salud nutricional es vital, ya sea que crea que tiene un problema grave o no. Por lo tanto, esté dispuesto a enfocarse en su alimentación, ejercicio o comportamientos compensatorios incluso si usted (o alguien que conoce) está en negación o es ambivalente. La salud nutricional puede llevar primero a la recuperación y luego a la toma de conciencia.
No esperes. Obtenga ayuda para usted o para otra persona de inmediato. Recuerde que la negación, el aislamiento y la desesperanza, así como los desafíos inherentes al acceso al tratamiento, mantienen a la persona en una zona peligrosa. Las relaciones de apoyo marcan una gran diferencia cuando nos enfrentamos a algo difícil, así que busque ayuda. Si acceder a la atención es un desafío, busque grupos de apoyo gratuitos en línea o comuníquese con una línea de ayuda gratuita como la que ofrece la Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación. La intervención temprana es su camino hacia un futuro más saludable.
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