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Las adicciones, fobias, trastornos de personalidad y otros problemas sociales, pueden tratarse con psicoterapia. Aunque efectivamente son tratados de forma individual, son muchos los beneficios de acudir a una terapia de grupo en estos casos. Sin embargo, cada vez se emplea más en personas que hayan pasado por situaciones estresantes y experiencias traumáticas.

Todo lo que interfiera en la salud mental de un individuo puede requerir terapia de grupos, el mayor ejemplo de esta técnica son las reuniones de Alcoholicos Anónimos o las que se implementan en hospitales psiquiátricos. No obstante, en muchos casos solo se trata de aceptar tu problema y poder hablar de ello con otros que comparten tu dificultad.

El socializar es una cualidad que los seres humanos empleamos para sobrevivir. Basados en esa premisa, es como este tratamiento ayuda a quienes participan, ya que provoca que interactúes y te vincules en una misma sesión con un conjunto de gente similar a ti. El objetivo es que con la ayuda de un profesional, expresen sus preocupaciones, se apoyen entre ellos y soluciones sus conflictos.

Beneficios de la terapia grupal en adictos

El terapeuta la mayoría de las veces es un psicólogo, quien se dedica a analizar a cada persona y sus propias metas con respecto al resto de los miembros. Como ya se mencionó, lo ideal es que los grupos terapéuticos se conformen luego de ser valorados singularmente. Uno de los beneficios más importantes es que se desarrolla un gran compromiso con su recuperación y la de sus compañeros.

La cooperación se activa, por eso la retroalimentación es vital en las terapias grupales. Es así como el terapeuta establece el círculo de ayuda con integrantes que se complementen entre ellos; así ninguno se sentirá excluido. He allí la idea principal, darse cuenta de que no se está solo y esto es trascendental para sanar por completo.

Dentro de las características de la terapia de grupo resalta, el fortalecimiento de la confianza en sí mismo y en los demás. Por eso lo primero que se les ofrece a los pacientes es confidencialidad y seguridad, pues deben expresar su malestar delante de extraños para recibir apoyo. Al tiempo que crean lazos basados en la honestidad.

Técnicas y herramientas eficaces para el tratamiento de las adicciones

Para la rehabilitación se reúnen entre cinco y 12 personas en un salón guiados por alguien que funcionará como moderador. La acción terapéutica se centra en dos herramientas, la primera es la confrontación en donde se procura que el enfermo presente su caso con información real y definir cómo es visto por la sociedad.

La segunda es la valoración, con la que se resaltan las actitudes positivas del paciente. Por ejemplo, hacer frente a la tentación de consumir la sustancia a la que es adicto, con una respuesta negativa. Otras dinámicas para la terapia de grupo van desde el intercambio de roles hasta la recreación de momentos del pasado que lo llevaron a caer en el vicio.

La duración de la terapia depende del avance, pero básicamente se divide en tres escenarios: Adaptación, consolidación y seguimiento. En el periodo inicial se busca la integración de los participantes, al lograr esto se comenzarán a notar los cambios. Después de ello, son capaces de reconocer el giro en su vida.