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Si su médico, su familia o sus amigos le dicen que parece deprimido, es posible que tengan razón. El dolor y la depresión a menudo van de la mano, y el dolor es tanto un síntoma como una causa de depresión. Pero eso no significa que el dolor que sientes no sea real o que esté «todo en tu cabeza».

De hecho, los dolores de cabeza, corporales y de espalda son síntomas de una posible depresión. Así que no permita que nadie reste importancia al dolor que siente. Si bien hay un gran componente emocional en el dolor que la profesión médica podría separar como depresión o ansiedad, independientemente de si el dolor es físico o emocional; es el entrecruzamiento lo que es real y conduce a una alteración real. De hecho, la verdadera remisión solo ocurre cuando se enfrentan los síntomas emocionales y físicos de la depresión.

Por eso considero tan importante, cuando veo a una paciente con dolor, evaluarla en su conjunto, y no solo concentrarme en su dolor.

Enfoques de salud integradores

Se estima que las intervenciones farmacéuticas y conductuales son efectivas para tratar al 60-70% de las personas con depresión cuando se combinan, y gran parte de este efecto se debe simplemente al tratamiento (es decir, el efecto placebo). Además, las intervenciones farmacéuticas a veces pueden producir efectos no deseados y es posible que algunos pacientes (como las mujeres embarazadas) no las tomen. La incorporación del uso de intervenciones complementarias basadas en la evidencia proporciona opciones adicionales para los pacientes que buscan enfoques no farmacológicos o para quienes las formas convencionales de tratamiento no funcionan o no son deseadas.

1. Terapia de luz

En la terapia de luz, te sientas frente a una lámpara (generalmente llamada caja de luz) que emite una luz similar a la luz solar natural. La fototerapia se usa generalmente con personas que sufren de trastorno afectivo estacional (a veces llamado tristeza invernal o SAD), pero también puede ser útil para la depresión clínica. La luz emitida por la lámpara afecta a las sustancias químicas del cerebro relacionadas con el estado de ánimo y el sueño.

Evidencia:

  • Una revisión sistemática y un metanálisis (resumen de estudios) del uso de la terapia de luz para pacientes con depresión no estacional encontró que la terapia de luz no solo tenía efectos secundarios mínimos, sino que los pacientes informaron una mejoría significativa de los síntomas depresivos.
  • Un estudio que examinó el impacto de la terapia de luz sobre el sueño y la depresión en personas mayores que viven en hogares de cuidados a largo plazo encontró que hubo una mejora significativa en los síntomas de depresión entre los participantes del estudio.

2. Ejercicio

Se ha demostrado que el ejercicio mejora la cognición, el estado de ánimo, la regulación emocional y la función motora. El acto de hacer ejercicio también puede aumentar la interacción social (si se realiza con otros) y la autoeficacia. La Clínica Mayo (y otras organizaciones) apoyan el uso del ejercicio para el manejo de los síntomas en personas con depresión.

Evidencia:

  • Una revisión sistemática de ensayos aleatorios de programas de ejercicio encontró que la actividad aeróbica moderada y supervisada tres veces a la semana durante nueve semanas mejoró los síntomas depresivos.
  • Un metanálisis de ensayos controlados aleatorios con un total de 977 participantes encontró que el ejercicio físico es una modalidad eficaz para tratar la depresión y es un complemento útil de las intervenciones farmacéuticas.

3. Yoga

Numerosos estudios dan fe de los beneficios del yoga, una práctica centenaria de cuerpo y mente, en una amplia gama de problemas de salud, en particular el estrés, la salud mental (incluida la depresión) y el manejo del dolor.

Evidencia:

4. Meditación de atención plena

La meditación es la práctica de ejercer control conscientemente sobre la respiración y presenciar sin juzgar el momento presente. Produce múltiples efectos fisiológicos y químicos como la disminución de la frecuencia cardíaca, la presión arterial y los niveles de cortisol (hormona del estrés).

Evidencia:

  • Un metanálisis de enfoques basados ​​en la atención plena encontró que redujeron significativamente los síntomas depresivos y concluyó que son un enfoque prometedor para el tratamiento de personas con depresión clínica.
  • Un metaanálisis y una revisión sistemática de la terapia cognitiva basada en la atención plena para la depresión encontró que aquellos que tenían tres o más episodios de depresión vieron una reducción significativa en la recurrencia de los episodios.

5. Acupuntura

La acupuntura es una práctica en la que un especialista capacitado llamado acupunturista estimula puntos específicos de la piel llamados puntos de acupuntura, generalmente con una aguja. Estimular los puntos de acupuntura aumenta la liberación de sustancias químicas como las endorfinas (analgésicos naturales) en el cuerpo y el cerebro. Estos productos químicos pueden tener un impacto directo en cómo una persona experimenta el dolor.

Lectura esencial sobre la depresión

Evidencia:

  • Un metanálisis del uso de la acupuntura en combinación con antidepresivos para tratar la depresión encontró que la combinación es más efectiva que el uso de antidepresivos solos.
  • Un estudio aleatorizado, simple ciego y controlado con placebo examinó el impacto de una intervención de acupuntura de doce semanas en la calidad de vida de los pacientes con depresión. El estudio encontró que las personas en el grupo de acupuntura tuvieron una mejora significativa en ocho áreas de la calidad de vida, incluida la función física, el dolor, la energía, la función social y emocional y la salud mental.

6. Musicoterapia

La musicoterapia es una intervención clínica bien conocida que utiliza la música como parte de un proceso terapéutico para ayudar al paciente a identificar y manejar problemas sociales, cognitivos, emocionales o físicos.

Evidencia:

7. Arteterapia

La arteterapia es una forma de intervención clínica que utiliza el arte como modo principal de expresión y comunicación. El terapeuta de arte usa la creatividad para ayudar a lograr los objetivos personales y relacionados con el tratamiento. El paciente usa y hace arte para transmitir sus sentimientos en ese momento o en conexión con una experiencia o situación pasada. Cuando las personas experimentan emociones intensas, complejas o confusas, el uso del arte en un entorno terapéutico puede ayudarlas a descubrir, manejar y comunicar sus sentimientos de formas que el lenguaje no siempre puede lograr. No es necesario ser un artista talentoso o experimentado para experimentar los beneficios de la terapia de arte.

Evidencia:

  • Un metaanálisis que examinó el impacto de la arteterapia en pacientes con cáncer de mama con depresión, ansiedad y fatiga encontró que aquellos que participaron en intervenciones de arteterapia mostraron una reducción en los tres síntomas.
  • Un ensayo controlado aleatorio que evaluó un programa de terapia de arte manual que incluyó a 79 adultos con depresión moderada a severa encontró que al final del estudio, los pacientes mostraron mejoras significativas.

8. Hierbas y suplementos

Las hierbas y los suplementos implican tomar una hierba o una pastilla, generalmente por vía oral, para mantener o mejorar la salud de una persona. Las hierbas y suplementos más comunes que se usan para tratar la depresión son:

  • Hierba de San Juan
  • Azafrán
  • Ácidos grasos omega-3 (aceite de pescado)
  • MSM (metilsulfonilmetano)
  • 5-HT (5-hidroxitriptófano)
  • SAMe (S-adenosil metionina)

Comprender enfoques complementarios e integradores.

Las terapias convencionales funcionan para la depresión, y es probable que su médico o proveedor de atención primaria le recomiende o sugiera estos tratamientos primero. Por lo general, se le ofrecerá medicación, aunque la evidencia actual muestra que los enfoques no farmacológicos como la terapia cognitivo-conductual (TCC) funcionan igual de bien con menos efectos secundarios. Sin embargo, es posible que su seguro no cubra CBT. Si los enfoques convencionales funcionan y son satisfactorios para usted, no se necesita nada más. Si solo son parcialmente efectivos, producen efectos secundarios inaceptables, o si prefiere un enfoque de autocuidado más profundo e integral para la depresión, considere enfoques integradores. Muchos enfoques complementarios e integradores son seguros y eficaces. Para obtener más información, visite el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa de los Institutos Nacionales de Salud.

Informe siempre a sus proveedores de atención médica qué tratamientos está utilizando para mejorar su salud. Nunca cambie sus medicamentos sin consultar a sus proveedores. Si su médico no está familiarizado con algunas de las prácticas complementarias e integradoras descritas en esta guía de bolsillo o las ofrece, entréguele una copia y pregúntele si puede trabajar con él para integrarlas en los tratamientos convencionales. De esta manera, ambos construyen un proceso de atención médica más integral para curar enfermedades crónicas.

Para obtener más información, consulte la Guía de bolsillo sobre enfoques de salud integral para el tratamiento de la depresión.

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