Por Sue Kolod, Ph.D.
Freud puso el sexo en el mapa. Se dio cuenta de que incluso los bebés tienen sentimientos eróticos y que todas las partes del cuerpo pueden ser eróticas. Freud sabía que el amor, el sexo, las fantasías e incluso la ambivalencia están en nuestra mente de forma consciente e inconsciente.
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Si somos honestos, Sigmund Freud se equivocó en algunas cosas. No entendía muy bien la sexualidad femenina y cometió un gran error al decir que el orgasmo del clítoris no era importante excepto como un precursor del orgasmo vaginal más grande. ¡Pero entendió varias cosas muy importantes! Aquí están siete de sus descubrimientos más importantes sobre el amor y el sexo:
1. La sexualidad es la debilidad y la fortaleza de todos: El sexo es un motivador principal y un denominador común para todos nosotros. Incluso, o quizás sobre todo, los individuos más cautelosos y de aspecto puritano luchan mucho con su apetito y expresión sexual. Como prueba, mire los muchos escándalos que sacudieron al Vaticano y a las iglesias fundamentalistas. Freud observó esta lucha entre los hombres y mujeres de la Viena victoriana. Pero nuestra sexualidad también nos define de manera saludable y muy esencial. Si no le cree a su terapeuta freudiano, pregúntele a Samantha Jones de Sex and the City de HBO.
2. Cada parte del cuerpo es erótica: Freud sabía desde el principio que los seres humanos eran seres sexuales. Se inspiró en el bebé amamantado de su madre para ilustrar el ejemplo de una sexualidad más madura, diciendo: el reflejo de que esta imagen persiste como prototipo de la expresión de satisfacción sexual más adelante en la vida. También sabía que la excitación sexual no se limita a los genitales, ya que el placer se obtiene a través del apego erótico a cualquier zona del cuerpo. Incluso hoy en día, a muchas personas les resulta muy difícil aceptar esta idea.
3. La homosexualidad no es una enfermedad mental: señaló que los homosexuales a menudo se distinguen por un desarrollo intelectual y una cultura ética particularmente elevados. En 1930, firmó una declaración pública para derogar una ley que criminalizaba la homosexualidad. Y en su famosa carta a una madre que desea curar a su hijo de la homosexualidad, Freud escribe que: «La homosexualidad ciertamente no es una ventaja, pero no hay nada de qué avergonzarse, no hay vicio, no hay degradación; no se puede llamar una enfermedad ”. Esto fue en 1935.
4. Todas las relaciones románticas contienen sentimientos ambivalentes: entre los diversos descubrimientos de Freud estaba la ambivalencia involucrada en todas las relaciones cercanas e íntimas. Si bien podemos sentir conscientemente un amor genuino y realista por un cónyuge, pareja, padre o hijo, las cosas nunca son exactamente lo que parecen ser. En el mundo del inconsciente, incluso bajo la participación más amorosa y cariñosa, existen sentimientos, fantasías e ideas negativas, odiosas y destructivas. Freud reconoció que esta mezcla de amor y odio en las relaciones íntimas es parte de la naturaleza humana y no necesariamente patológica.
5. Aprendemos a amar desde nuestras primeras relaciones con padres y cuidadores: Nuestras primeras relaciones con padres y cuidadores nos ayudan a formar una “tarjeta de amor” que persiste a lo largo de nuestras vidas. Esto a veces se denomina «transferencia». Freud señaló que cuando encontramos un objeto de amor, lo “encontramos” nuevamente. De ahí el fenómeno a menudo reconocido de individuos que eligen parejas que les recuerden a su madre / padre. Todos lo hemos visto.
6. Nuestro ser querido se convierte en parte de nosotros: Freud describió algo asombroso: incorporamos aspectos de aquellos que amamos en nosotros mismos. Sus características, creencias, sentimientos y actitudes forman parte de nuestra psique. Llamó a este proceso «internalización». Frases como «mi cónyuge es mi media naranja» o «estoy buscando a mi alma gemela» contienen la concepción de Freud de la profundidad de la conexión entre las personas que se aman.
7. La fantasía es un factor importante en la excitación sexual: en nuestras fantasías sexuales a menudo evocamos todo tipo de escenarios extraños y «perversos» que se suman a la excitación sexual y, con suerte, conducen al placer climático. Esto es completamente normal y no significa que realmente queramos involucrarnos en tales escenarios (o tal vez lo hagamos).
Entonces, en el cumpleaños de Freud, celebremos sus importantes descubrimientos que aún tienen un profundo impacto en la forma en que pensamos sobre el amor y el sexo.
Susan Kolod, Ph.D., es presidenta del Comité de Información Pública y editora del blog Psychoanalysis Unplugged de la American Psychoanalytic Association. Supervisa y capacita al analista, profesorado y coeditor del blog Contemporary Psychoanalysis in Action del William Alanson White Institute. Kolod tiene práctica privada en Manhattan y Brooklyn.
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