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Foto de Marcos Paulo Prado en Unsplash

Fuente: Foto de Marcos Paulo Prado en Unsplash

¿Te cuesta motivarte? ¿Tienes curiosidad sobre qué conduce a una mayor automotivación o cómo puedes impulsar la tuya? Puede que sea hora de que algunos trucos basados ​​en la ciencia aumenten tu automotivación.

La automotivación es el estado interno que nos ayuda a iniciar, continuar o terminar un comportamiento. Por ejemplo, podemos sentirnos motivados a comer algo cuando tenemos hambre. Podríamos estar motivados para seguir trabajando en un trabajo para poder pagar nuestras cuentas, o podríamos estar motivados para romper una relación cuando ya no nos hace felices. Prácticamente cualquier comportamiento que se te ocurra puede originarse con la automotivación.

Cómo desarrollar habilidades de automotivación

Si desea desarrollar la automotivación, hay algunas habilidades clave que puede desarrollar. Aquí hay algunos:

  • Iniciativa: La tendencia a actuar, hacerse cargo o avanzar antes que los demás.
  • Impulso para lograr: el deseo de lograr algo versus trabajar por recompensas externas como dinero o prestigio.
  • Compromiso con las metas: la perseverancia y perseverancia para alcanzar las metas.
  • Resiliencia: La capacidad de seguir adelante a pesar de las dificultades.
  • Pasión por el trabajo: El disfrute del trabajo en sí.
  • Entusiasmo: el deseo de probar cosas nuevas y asumir nuevos desafíos.
  • Deseo de mejorar: La necesidad de seguir mejorando (Goleman, 2018).
  • Autoeficacia: La creencia de que sus acciones conducirán a los resultados deseados (Stajkovic & Luthans, 2003).

Consejos para impulsar la automotivación

1. Haz que la búsqueda de objetivos sea más social. Investigaciones anteriores entre los empleados han demostrado que el único factor que más contribuyó al compromiso, que consideraban parte de la motivación, fue un impulso para vincularse (Nohria, Groysberg y Lee, 2008). Cuando pensamos en la automotivación, podemos imaginarnos horarios agotadores o largas listas de tareas pendientes, pero la verdad es que podemos facilitar la motivación si encontramos formas de vincularnos mientras perseguimos nuestros objetivos. Entonces, si hay una actividad que le cuesta hacer, intente hacer que esta actividad sea más social.

2. Encuentra algo en lo que seas bueno. El mismo estudio que mencionamos anteriormente también mostró que sentir que entendemos lo que estamos haciendo en el trabajo puede llevarnos a estar más comprometidos (Nohria, Groysberg y Lee, 2008). Eso tiene sentido, ¿verdad? Si somos buenos en algo, probablemente sea menos frustrante y lo disfrutemos más. Investigaciones relacionadas sugieren que nos mantenemos más comprometidos y motivados cuando la dificultad de una tarea está en el punto óptimo entre ser demasiado difícil, lo que puede hacernos sentir mal con nosotros mismos, y demasiado fácil, lo que puede ser aburrido.

3. Aprovecha tu impulso para adquirir o defender. ​Los investigadores del lugar de trabajo sugieren que dos impulsos más pueden motivarnos: el impulso de adquirir cosas que aumentan nuestro bienestar (p. ej., comida, dinero, experiencias, entretenimiento) y el impulso de defendernos (p. ej., nuestra propiedad, logros, creencias, etc.; Nohria, Groysberg y Lee, 2008). Por lo tanto, puede ser útil recordarnos estos impulsos y cómo nuestras acciones pueden ayudarnos a cumplirlos.

4. Construir ropa. Una vez que adquirimos el hábito de hacer algo, se vuelve mucho más fácil seguir haciéndolo. Eso significa que aprender a desarrollar hábitos puede ser una habilidad realmente útil para motivarse más. Para crear hábitos, BJ Fogg, autor de Tiny Habits, recomienda comenzar con un hábito diminuto, diminuto y minúsculo, y desarrollarlo a partir de ahí. Por ejemplo, si desea adquirir el hábito de caminar una milla todos los días, comience dando un paso fuera de su puerta, luego unos pocos pasos y siga agregando un poco a la vez.

5. Establecer intenciones de implementación. Las intenciones de implementación son como un plan de respaldo: establecen estrategias con anticipación en caso de que el Plan A no funcione (Gollwitzer, 1999). Para crear una intención de implementación, simplemente establece la intención de que SI sucede X, ENTONCES harás Y. Por ejemplo, si necesitas ir al dentista, entonces harás tu trabajo más tarde esa noche.

Adaptado de un artículo sobre automotivación publicado por The Berkeley Well-Being Institute.