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En los viejos tiempos, cuando tanta gente se quedaba en la misma comunidad durante la mayor parte de su vida adulta, parecía que las relaciones se arreglaban solas.

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Nuestras redes son más importantes que nunca, pero son tan fuertes como las relaciones que construimos.

Fuente: Pexels/Pixabay

Hoy, tras la ruptura de tantas normas sociales y el descrédito de nuestras grandes instituciones, la autosuficiencia se ha convertido en el mantra del día.

La independencia ha reemplazado al viejo ideal comunitario, al menos en los Estados Unidos, y el mundo corporativo se ha subido al carro. Los individuos deben valerse por sí mismos en un entorno de competencia feroz.

La ironía es que ahora nos necesitamos más que nunca. Vivimos en un mundo tan cambiante e incierto que hay muy poco terreno firme sobre el que echar el ancla. Por lo tanto, tenemos que anclarnos unos a otros. Dado que ya no podemos confiar en las conexiones anticuadas, el enfoque se ha desplazado hacia la construcción de relaciones a largo plazo con las personas: la creación de redes. Nuestras redes se han convertido en las instituciones más confiables de nuestras vidas.

Aquí hay diez estrategias para llevar su red al siguiente nivel: cómo conectarse con mentores, compañeros de trabajo, gerentes, clientes o clientes de manera auténtica durante la duración de su carrera.

1. Enfoque las relaciones en términos de lo que tiene para ofrecer, no de lo que necesita.

Incluso si desea o necesita obtener algo de una relación, es más importante concentrarse en lo que puede dar. En lugar de pedir que te presenten, ofrece a alguien la oportunidad de presentarte. En lugar de pedirles a las personas que se reúnan, ofrezca reunir a las personas. Si quieres que alguien te enseñe, replantéalo como una oferta tuya como estudiante diligente.

2. Identificar y buscar a los tomadores de decisiones correctos.

En el lugar de trabajo altamente colaborativo y multifuncional de hoy en día, todos son responsables de la toma de decisiones de alguna manera. Sin embargo, diferentes personas tienen autoridad para tomar decisiones en diferentes esferas. Debe identificar qué tomadores de decisiones tienen el poder de ayudarlo a alcanzar sus objetivos específicos.

3. Convierta cada nuevo alcance en una oportunidad para más.

Una de las cosas más difíciles de acercarse y tratar de entablar una relación es estar en la pantalla de radar de la persona en primer lugar: hacerse notar. Se necesitan de tres a cinco contactos para que la persona promedio recuerde su nombre. ¿Cómo logras eso sin parecer una plaga egoísta? Un método es utilizar todos los métodos posibles de divulgación (correo electrónico, redes sociales y llamadas telefónicas) todo a la vez. Puede estar seguro de que no es lo que hacen los demás. Y siempre que la explosión llegue de una vez, es más probable que te vean como un minucioso que como una plaga.

4. Investigue antes de hacer contacto.

Antes de comunicarse, investigue un poco (o mucho), no solo sobre la persona en sí, sino también sobre la organización para la que trabaja, la industria y su trabajo específico.

5. No cometa un error de conexión mutua.

Las redes sociales han hecho que sea más fácil que nunca ver las relaciones que tenemos en común. Pero recuerda la primera regla de las conexiones mutuas: asegúrate de que la relación entre la persona a la que intentas contactar y tu contacto mutuo sea positiva. A veces, es mejor no mencionar una conexión mutua si tiene una, así que siempre verifique primero.

6. Haga que su comunicación sea interesante y útil.

Esto vuelve a la estrategia número uno: liderar con lo que tiene para ofrecer. Causarás una impresión mucho más impactante si te vendes como alguien que vale la pena conocer y alguien con un valor tangible para agregar a la relación. Como parte de su investigación, busque información útil para compartir o, mejor aún, comparta algo propio. Tal vez sea una publicación de blog, un video de YouTube, un artículo, un prototipo de producto o un nuevo logotipo de empresa.

7. Gane a los guardianes.

No importa con qué frecuencia te comuniques, si el guardián de alguien no quiere que te comuniques, no lo harás. Pero, por supuesto, esos guardianes también son personas. Si desea su ayuda, es muy útil reconocerlos como personas que vale la pena agregar a su red. Trate esas relaciones con la misma diligencia y respeto.

8. Demuestra que eres más que un mero punto en el radar.

Hacerse notar es solo el primer paso; luego, debe hacer que alguien se detenga y le preste atención. Deje clara su oferta de valor: “Esto es exactamente qué, dónde, cuándo, por qué y cómo ofrezco para agregar valor”. Por supuesto, si lo vende, es mejor que esté preparado para entregar.

9. Hazte conocido por tu fuerte seguimiento.

Una vez que empiece a rodar la pelota, no sea el que la deje caer. Siempre haz un seguimiento. La clave es hacer que su seguimiento sea específico. En lugar de decir: «¡Sigamos en contacto!» ofrezca algunas fechas y horas concretas para volver a conectarse, y anótelas en sus calendarios.

10. Asumir la responsabilidad personal de mantener una energía relacional positiva.

Sea honesto, realista, responsable, confiable y nunca ponga excusas cuando cometa un error, solo discúlpese y arréglelo. No te tomes a ti mismo demasiado en serio, pero siempre tómate el trabajo en serio. Amplíe la vulnerabilidad personal, pero nunca socave su credibilidad. Sea proactivo en cuanto a celebrar los logros de los demás y reconocer los méritos que se merecen, por pequeños que sean.

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